11 de mayo de 2018

Potente vacuna podría salvar al mundo del ántrax, la peste y la tularemia

El ántrax es una enfermedad causada por el microbio Bacillus anthracis y ha sido utilizada en ataques bioterroristas. Durante años acaparó la tribuna mediática por sus potentes efectos y letalidad. Ahora, todo está a punto de cambiar con una potente vacuna.

Sumada al ántrax, la peste es una infección causada por la bacteria Yersinia pestis, y la tularemia se transmite teniendo contacto con animales infectados. Actualmente, no hay vacunas autorizadas para la tularemia y la peste, y aunque hay una vacuna contra el ántrax, requiere un calendario de vacunación oneroso y tiene efectos secundarios graves. Así lo comentó el Dr. Marcus Horwitz, autor principal del estudio que propuso la vacuna:

Depender de los antibióticos actualmente disponibles para contrarrestar un brote intencionado de ántrax, peste o tularemia no es un plan pragmático de salud pública; las vacunas sí ofrecen la única protección práctica.

Con esta premisa, un grupo de investigadores de la Universidad de California, utilizó la ingeniería molecular para desarrollar vacunas que transportan antígenos protectores al sistema inmune de ratones. La investigación entregó resultados extraordinarios.

Los investigadores inmunizaron ratones de laboratorio y en un marco de cuatro a seis semanas después, administraron dosis letales de carbunco, peste y tularemia, replicando el método aerotransportado que los terroristas usarían en un ataque de esta índole. El resultado cumplió las expectativas: las vacunas, administradas mediante inyección o por vía nasal, protegíeron a los ratones contra los tres patógenos.

Incluso, los investigadores sorprendidos compararon su nueva vacuna con la que actualmente existe y está autorizada contra el ántrax. Tal como lo esperaban, la que desarrollaron fue más efectiva, especialmente cuando se administró por inyección.

Los siguientes pasos de los investigadores irán en la dirección de mejorar aún más las vacunas y evaluar su seguridad y eficacia en un segundo modelo animal, tal como lo exige la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. Posterior a esto, las vacunas serían probadas en humanos.




☛ El artículo completo original de César Muñoz lo puedes ver aquí

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