15 de agosto de 2019

Conoce el mensaje que Albert Einstein dejó para los humanos del año 6939

Hace muchos años, una cápsula del tiempo fue enterrada por la Westinghouse Electric and Manufacturing Corporation. Aunque esta cápsula no era como cualquier otra: esta tiene un mensaje del mismo Einstein esperando lograr llegar a su destino en el tiempo: 5,000 años después, en 6939.

Einstein le habló a los humanos del 6939

La cápsula famosa se llama Cupaloy, está enterrada en el Parque de Flushing Meadows en Nueva York y contiene, entre otras cosas, millones de palabras grabadas en un microfilm. Pero, ¿en este año tendrán un lector para poder conocer el contenido? Lo más seguro es que no, pero Westinghouse pensó en todo: incluyó un instructivo de cómo construir un arcaico aparato que les permitiera leer microfilm. Seguramente con la tecnología de esos años, no habrá problema en este paso.

Dentro de este artefacto de 2.28 metros, 363 kg de peso y 16 cm de diámetro, uno de los hombres más importantes de la historia de la humanidad guardó un sentido mensaje para aquellos futuristas que lo encontraran. Esto es lo que dice:

Vivimos una época rica en inteligencias creadoras, cuyas expresiones han de acrecentar considerablemente nuestras vidas.
Hoy cruzamos los mares merced a la fuerza desarrollada por el hombre; y empleamos también esa energía para aliviar a la humanidad del trabajo muscular agotador. Aprendimos a volar y somos capaces de enviar mensajes y noticias sin dificultad alguna a los más remotos lugares del mundo, por medio de ondas eléctricas.

No obstante, la producción y distribución de bienes se halla por completo desorganizada, de manera que la mayoría ha de vivir temerosa ante la posibilidad de verse eliminada del ciclo económico, y sufrir así la falta de lo necesario.

Además, los habitantes de las distintas naciones se matan entre sí a intervalos regulares, por lo que también, debido a esta causa debe sentir miedo y terror todo el que piense en el futuro. Esta anomalía se debe al hecho de que la inteligencia y el carácter de las masas son muy inferiores a la inteligencia y al carácter de los pocos que producen algo valioso para la comunidad.

Confío en que la posteridad lea estas afirmaciones con un sentido de justicia y la necesidad de un cambio en la situación.

Palabras que hoy en día, sin duda, tienen un valor incalculable y seguramente en el futuro también.

 




☛ El artículo completo original de Elizabeth Legarreta lo puedes ver aquí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario