17 de julio de 2025

Lenguas en peligro: cómo la tecnología está ayudando a salvar idiomas al borde de la desaparición

A continuación, exploramos cómo la tecnología se ha convertido en aliada de comunidades, activistas y organizaciones para preservar las lenguas en peligro.

La creación de contenido digital como motor de revitalización

Piensa en cómo los adolescentes consumen contenido hoy: videos cortos, memes, transmisiones en vivo… Estos formatos, lejos de ser enemigos del conocimiento, se han convertido en canales para revitalizar lenguas que muchos creían en desuso.

Un caso emblemático es el de Kimeltuwe, un proyecto chileno que difunde contenido en mapudungun (mapuche) a través de redes sociales. Con más de 200.000 seguidores, sus publicaciones traducen emoticonos, refranes y situaciones cotidianas al idioma mapuche, generando orgullo cultural y conectando con nuevas generaciones.

Este tipo de contenido rompe la barrera de lo «académico» y muestra que una lengua puede vivir y brillar en el ecosistema digital.

Aplicaciones y diccionarios digitales para aprender desde cualquier lugar

Aprender una lengua requiere acceso, constancia y materiales. Las aplicaciones móviles y plataformas digitales han democratizado ese acceso. Tal como usamos Duolingo para aprender inglés o francés, hoy existen apps para aprender lenguas como el cherokee, el mixteco o el triqui.

Un ejemplo destacado es la colaboración entre la Nación Cherokee y Microsoft, que llevó a la incorporación del idioma cherokee en el paquete Office. Esto incluyó teclados, correctores ortográficos y diccionarios digitales. No se trata solo de aprender, sino de poder vivir la lengua en contextos tecnológicos cotidianos.

En México, también se han creado apps para la alfabetización en lenguas como el triqui, con enfoque comunitario y diseño participativo.

Documentar para preservar: el valor de las historias orales

Imagínate perder todas las historias de tu infancia porque nadie las escribió ni las grabó. Eso es lo que sucede cuando desaparece una lengua sin dejar registro.

La digitalización de historias orales, cantos, recetas y conocimientos tradicionales permite que estas expresiones culturales sobrevivan incluso si el idioma deja de hablarse activamente. Herramientas como el Atlas de las Lenguas del Mundo en Peligro de la UNESCO o archivos sonoros comunitarios sirven como repositorios de memoria colectiva.

En América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo ha impulsado proyectos audiovisuales para grabar testimonios en lenguas con menos de 100 hablantes. Cada grabación se convierte en una página viva de la historia de un pueblo.

Educación digital e inmersión para conectar con la lengua materna

Una cosa es escuchar la lengua, otra es hablarla y sentirla propia. La educación en línea permite diseñar cursos interactivos, juegos y programas de inmersión que ayuden a recuperar el idioma desde la infancia.

En México, eventos como el «Reencuentro de Activismo Digital en Lenguas Indígenas» (2024) mostraron herramientas como «JClic» adaptadas al triqui. Se presentaron también bibliotecas digitales móviles, que recorren comunidades ofreciendo recursos en lenguas indígenas.

Este tipo de iniciativas mezcla pedagogía, tecnología y arraigo cultural para revitalizar el uso activo de las lenguas.

Comunidades en línea: redes de apoyo y aprendizaje

La tecnología también ha permitido que hablantes, estudiantes y promotores de lenguas se conecten más allá de las fronteras. Foros, grupos en redes sociales y plataformas colaborativas han formado comunidades virtuales donde se comparten recursos, se resuelven dudas y se celebra la diversidad lingüística.

Un ejemplo reciente fue el reencuentro digital de activistas de 14 lenguas indígenas en México, que intercambiaron experiencias y estrategias para fortalecer su trabajo digital.

El rol del apoyo institucional y los marcos políticos

Nada de esto sería sostenible sin respaldo institucional. Organismos como la UNESCO y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) en México han creado planes de acción, financiamiento y materiales educativos para sostener estas iniciativas en el tiempo.

El Plan de Acción de México para el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032) es un ejemplo de cómo los marcos políticos pueden facilitar, normalizar y proteger las lenguas desde una perspectiva digital e inclusiva.

Desafíos pendientes

A pesar del avance, persisten retos importantes. Solo el 7% de las lenguas del mundo tienen presencia significativa en internet. Además, la falta de conectividad en zonas rurales y la escasez de recursos humanos capacitados en tecnología y pedagogía son barreras a superar.

Por ello, es clave combinar las estrategias digitales con acciones presenciales, como talleres, educación bilingüe y apoyo intergeneracional.

Una carrera contrarreloj, pero con esperanza

Salvar una lengua no es solo una cuestión lingüística, es un acto de justicia cultural. Y si bien el tiempo apremia, la tecnología está demostrando que puede ser aliada poderosa. Desde una app hasta un meme, cada gesto digital cuenta cuando se trata de mantener vivas las lenguas originarias.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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