30 de abril de 2025

La minería de Bitcoin se enfrenta a su mayor reto: el coste supera al beneficio

La ecuación ya no cuadra: el coste de minar un Bitcoin

Según datos de CoinShares, a día de hoy minar un solo Bitcoin cuesta más de 82.000 dólares para las grandes compañías del sector, mientras que el valor de mercado ronda los 95.000 dólares. Aunque todavía se mantiene un margen de beneficio, éste se ha reducido drásticamente en comparación con el trimestre anterior, cuando el coste era de unos 56.000 dólares. En apenas unos meses, los costes han subido un 47%.

Para los pequeños mineros, la situación es mucho más crítica. En Estados Unidos, si no se cuenta con una operación a gran escala, minar una sola unidad de BTC puede costar hasta 137.000 dólares. En Alemania, el panorama es aún peor, con costes que se aproximan a los 200.000 dólares por moneda.

Las causas detrás del aumento de costes

Este desequilibrio se explica por varios factores que están afectando simultáneamente:

  1. Aumento del precio de la electricidad: Tanto en Estados Unidos como en Europa, la energía ha encarecido por efecto de la inflación, conflictos comerciales como la guerra de aranceles impulsada por Trump, y el auge de industrias altamente demandantes como la inteligencia artificial.
  2. Equipamiento más caro: Las tarifas y restricciones a las importaciones también han elevado los precios de los chips y componentes especializados necesarios para la minería.
  3. Halving de Bitcoin: Este mecanismo, que se produce aproximadamente cada cuatro años, reduce a la mitad la recompensa que los mineros reciben por resolver un bloque. El último «halving» ocurrió hace un año, y desde entonces la recompensa por bloque es menor, lo que complica aún más alcanzar beneficios.

Un juego cada vez más desigual

La minería de criptomonedas se presentó en sus inicios como una actividad accesible para cualquiera con un ordenador potente. Hoy, sin embargo, se ha convertido en un campo dominado por grandes corporaciones que pueden permitirse operar en regiones con costos energéticos reducidos o negociar tarifas especiales.

Según BitInfoCharts, el 1% de las direcciones de Bitcoin posee más del 90% del suministro total, una cifra que pone en duda el principio de descentralización que dio origen a esta tecnología. Si minar ya no es una opción viable para la mayoría, esta concentración podría agravarse aún más.

Lo que significa el final de la rentabilidad para los pequeños mineros

Para los mineros individuales o pequeños grupos, esta nueva realidad deja pocas alternativas. Seguir minando implica:

  • Asumir pérdidas económicas inmediatas, con la esperanza de que el precio del Bitcoin aumente aún más en el futuro.
  • Buscar alternativas como la minería de otras criptomonedas menos exigentes en recursos.
  • Reconvertir su infraestructura para otros usos, como servicios en la nube o entrenar modelos de inteligencia artificial.

Este cambio también podría tener implicaciones ambientales positivas, al reducirse el consumo energético global asociado a la minería de Bitcoin, que ha sido duramente criticado por su huella ecológica.

¿Y ahora qué futuro espera a la minería?

Mientras Bitcoin siga teniendo valor, existirá interés por extraerlo. Pero ese interés estará cada vez más reservado a quienes cuenten con capital suficiente y acceso a energía barata. Lo que era una actividad distribuida está convirtiéndose en un club exclusivo, donde solo unos pocos pueden jugar.

A largo plazo, podríamos ver una minería concentrada en regiones con abundante energía renovable y costes operativos bajos, como ciertas zonas de América Latina, Asia Central o partes de África. Sin embargo, el sueño de una criptomoneda verdaderamente accesible y descentralizada se aleja cada vez más.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

No hay comentarios.:

Publicar un comentario