18 de abril de 2025

Un misterioso magnetar errante observado por el Hubble podría cambiar lo que sabemos sobre el universo

La observación de un magnetar solitario, conocido como SGR 0501+4516, ha dado pie a nuevas teorías que podrían ayudarnos a entender mejor fenómenos aún más misteriosos: los estallidos rápidos de radio, también conocidos como FRB por sus siglas en inglés.

¿Qué es un magnetar y por qué es tan especial?

Imagina una estrella que ha muerto en una explosión titánica, conocida como supernova. Lo que queda es un núcleo increíblemente denso hecho casi completamente de neutrones. Si este núcleo tiene además un campo magnético monstruoso, estamos ante un magnetar.

Para ponerlo en perspectiva: el campo magnético de un magnetar puede ser más de un billón de veces más fuerte que el de la Tierra. Es tan intenso que, si uno de estos cuerpos pasara cerca de nuestro planeta, desintegraría la materia a nivel atómico. Literalmente.

El hallazgo de un vagabundo galáctico

SGR 0501+4516 fue detectado por primera vez en 2008 por el observatorio Swift de la NASA, cuando lanzó un estallido de rayos gamma en una región lejana de la Vía Láctea. Pero lo que llamó la atención recientemente no fue solo su presencia, sino su comportamiento errático: este magnetar no parece tener una conexión directa con una supernova cercana, algo que contradice las teorías tradicionales sobre su origen.

Gracias a las observaciones prolongadas del Hubble y del satélite europeo Gaia, los astrónomos rastrearon su movimiento a lo largo del tiempo. Y aquí es donde la historia se vuelve fascinante: al analizar su trayectoria durante los últimos mil años, los científicos concluyeron que este objeto no nació en la zona donde se encuentra ahora. Tampoco hay restos visibles de una supernova a su alrededor.

En resumen: este magnetar está de paso, como un turista solitario vagando por una ciudad que no es la suya.

¿Y si los magnetars no siempre nacen de supernovas?

Este descubrimiento ha abierto la puerta a una posibilidad intrigante: algunos magnetars podrían formarse de otra manera. En lugar de nacer de una explosión estelar, es posible que se formen por un proceso llamado colapso inducido por acreción. En este escenario, una enana blanca –otro tipo de remanente estelar– gana tanto material de una estrella compañera que colapsa en una estrella de neutrones súper magnética.

Esto no solo amplía el abanico de formas en que se pueden crear magnetars, sino que también plantea nuevas preguntas sobre cómo evoluciona el universo.

Relación con los estallidos rápidos de radio

Una de las pistas más interesantes que ofrece SGR 0501+4516 está relacionada con los estallidos rápidos de radio (FRB, por sus siglas en inglés). Estos son breves pulsos de energía que vienen del espacio profundo, tan intensos que pueden liberar en milisegundos la energía que el Sol genera en días.

Aunque se han detectado decenas de estos eventos, su origen sigue siendo un misterio. Sin embargo, muchos científicos sospechan que podrían estar relacionados con magnetars. Este nuevo estudio sugiere que los magnetars de origen no convencional, como SGR 0501+4516, podrían ser una de las fuentes de estos estallidos.

Si se confirma esta hipótesis, estaríamos más cerca de entender uno de los fenómenos más desconcertantes de la astrofísica moderna.

¿Qué sigue?

El equipo de investigación ya ha planeado nuevas observaciones con el Hubble para seguir estudiando este magnetar errante. El objetivo es determinar con mayor precisión cómo se formó y si hay otros objetos similares en la galaxia.

Este tipo de investigación no solo es fascinante desde un punto de vista científico, sino que también es clave para entender la evolución del universo y los límites de la física como la conocemos.

Una oportunidad para replantear teorías

Lo que hace especial a este hallazgo es que rompe el molde. Nos recuerda que el universo no siempre sigue reglas predecibles. A veces, aparecen piezas sueltas que no encajan en el rompecabezas tradicional. Y es justo en esas grietas donde surge el verdadero conocimiento.

Así como un arqueólogo descubre una civilización desconocida al excavar en un lugar inesperado, los astrónomos han encontrado en SGR 0501+4516 una pista que podría reescribir capítulos completos de la astrofísica.

En definitiva, lo que parecía ser solo otro magnetar, resulta ser una ventana a nuevas preguntas, un recordatorio de que todavía hay mucho por explorar allá afuera, en la inmensidad del cosmos.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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