11 de junio de 2025

Un trabajo que ejercita tu mente podría protegerte del Alzheimer, según Harvard

¿Qué es el Alzheimer y por qué preocupa tanto?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. A medida que avanza, interfiere con las tareas cotidianas, puede alterar la personalidad y finalmente conduce a una pérdida total de la autonomía. Aunque es más común en adultos mayores, también puede afectar a personas más jóvenes, en cuyo caso se conoce como Alzheimer de inicio temprano.

En países como Reino Unido, es la causa más frecuente de demencia. Lo más desconcertante es que aún no se conoce con certeza qué lo causa, aunque los investigadores siguen analizando factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.

Lo que descubrió Harvard sobre las profesiones

El estudio de Harvard analizó datos de certificados de defunción a lo largo de tres años. El objetivo era determinar si existía alguna relación entre el tipo de empleo que tuvo una persona durante su vida y la probabilidad de morir por enfermedad de Alzheimer.

Sorprendentemente, encontraron que ciertas profesiones como conductores de taxi y conductores de ambulancia tenían una tasa significativamente menor de muertes por esta enfermedad en comparación con otras profesiones, como los directores ejecutivos.

  • Solo el 0,91 % de los fallecimientos entre taxistas estaban vinculados al Alzheimer.
  • Para los conductores de ambulancia, la cifra fue del 1,03 %.
  • En cambio, los directores generales presentaban una tasa del 1,82 %, mucho más cercana al promedio general.

Curiosamente, otros trabajos relacionados con el transporte como conductores de autobús o pilotos no mostraron la misma diferencia.

¿Qué tienen de especial estas profesiones?

La teoría de los investigadores se basa en las habilidades cognitivas que requieren estos empleos. Tanto los taxistas como los paramédicos deben navegar en tiempo real, tomar decisiones rápidas y orientarse en entornos urbanos cambiantes.

Estas tareas estimulan de forma constante el hipocampo, una región del cerebro fundamental para la memoria y la navegación espacial. Justamente es una de las primeras áreas afectadas por el Alzheimer.

Un estudio previo en Londres ya había demostrado que los taxistas que memorizaron el complejo entramado de calles de la ciudad tenían un hipocampo más desarrollado. Es como si ejercitaran este «músculo mental» con cada jornada laboral.

En contraste, otras profesiones del transporte como los pilotos o conductores de autobús suelen seguir rutas preestablecidas y repetitivas, lo que limita el desafío cognitivo constante.

Ejercitar la mente: un escudo contra el deterioro

Aunque el estudio no demuestra causalidad, sí aporta evidencia sobre la importancia de mantener el cerebro activo. Así como ejercitamos el cuerpo para mantenernos saludables, también podemos entrenar nuestras capacidades mentales.

Ejemplos cotidianos como aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o resolver crucigramas pueden tener un efecto similar al de enfrentarse al tráfico de una ciudad con un GPS mental.

El objetivo es desafiar al cerebro con actividades variadas que requieran atención, memoria, planificación y resolución de problemas.

Precisiones importantes del estudio

Los investigadores de Harvard advierten que sus conclusiones no deben interpretarse como definitivas. Hay varias limitaciones a considerar:

  • Datos de los certificados de defunción: no siempre son precisos ni detallan la ocupación principal correctamente.
  • Factores externos: como el nivel socioeconómico, la educación o el acceso a cuidados médicos pueden influir en los resultados.
  • Selección natural: es posible que personas con mejor salud cognitiva tiendan a elegir o mantenerse en ciertos trabajos.

Por tanto, aunque el estudio establece una correlación interesante, no prueba que trabajar como taxista o paramédico prevenga el Alzheimer.

Implicaciones para el futuro

A pesar de sus limitaciones, este tipo de investigaciones abren puertas para nuevas estrategias de prevención. Tal vez en el futuro se diseñen intervenciones que simulen los desafíos mentales de ciertos trabajos para fortalecer el cerebro desde edades tempranas.

En definitiva, cultivar una vida mentalmente activa parece ser una de las mejores apuestas para proteger la salud cerebral. No se trata solo del trabajo que realizamos, sino de cómo elegimos usar nuestra mente cada día.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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