¿Qué significa tener buena postura al sentarse?
La postura es la manera en que mantenemos el cuerpo tanto en movimiento como en reposo. Cuando estamos sentados, se considera que una buena postura es aquella que permite al cuerpo alinearse de forma natural, sin generar tensiones innecesarias. Esto significa mantener las curvas normales de la columna, los pies apoyados en el suelo y los hombros relajados.
No se trata de estar completamente recto como una estatua, sino de encontrar una posición que sea cómoda, eficiente y que no sobrecargue los músculos ni las articulaciones.
Mito 1: Existe una postura perfecta universal
Este es uno de los errores más comunes. La realidad es que no existe una única postura que sea perfecta para todo el mundo. Cada persona tiene una estructura ósea diferente, una altura distinta y unas condiciones laborales particulares. Lo que es ideal para una persona puede ser incómodo o incluso perjudicial para otra.
Lo más saludable es buscar una postura que se adapte a tu cuerpo y a tu actividad, siempre respetando las curvas naturales de tu espalda y evitando posiciones forzadas durante tiempos prolongados.
Mito 2: Cruzar las piernas es inofensivo
Muchas personas cruzan las piernas por comodidad o costumbre, pero esto puede tener efectos negativos si se mantiene durante mucho tiempo. Cruzar las piernas puede afectar la circulación, ejercer presión sobre el nervio ciático y generar desequilibrios en la pelvis, provocando dolores en la zona lumbar o en las rodillas.
Una alternativa es cambiar de posición frecuentemente, apoyar ambos pies en el suelo y evitar pasar largos periodos con las piernas cruzadas.
Mito 3: Una silla ergonómica cara garantiza una buena postura
Las sillas ergonómicas están diseñadas para ofrecer soporte, pero no son una solución mágica. Incluso la mejor silla del mundo no servirá si no adoptamos una buena posición. Lo importante es que la silla permita ajustar la altura, el respaldo y el asiento de forma que se adapten a ti.
Puedes mejorar una silla común usando cojines para apoyar la zona lumbar o un reposapiés si no alcanzas el suelo con comodidad. Lo clave es adaptar el espacio a ti, no al revés.
Mito 4: Estar quieto es lo mejor para mantener una buena postura
Estar inmóvil por mucho tiempo, aunque sea con una buena postura, no es saludable. El cuerpo está diseñado para moverse, y mantener una misma posición puede causar fatiga muscular y rigidez.
Por eso, es fundamental hacer pausas activas: levantarse al menos una vez por hora, caminar un poco, estirarse, o hacer pequeños movimientos como rotar los hombros o el cuello.
Verdades que sí debes conocer
La mala postura tiene consecuencias reales
Sentarse mal no solo provoca incomodidad. Con el tiempo, puede generar problemas como dolor de espalda, tensión en el cuello, desgaste de la columna, dificultades respiratorias e incluso dolor de cabeza. Estos problemas se agravan cuando la mala postura se mantiene durante años.
El movimiento es parte de una buena postura
Una buena postura no es estática. Se trata más bien de una postura dinámica, que se adapta y cambia con frecuencia. La rigidez es enemiga del confort y de la salud muscular. Estar bien sentado incluye moverse, estirarse y encontrar diferentes puntos de apoyo.
El ejercicio y un peso saludable ayudan a mejorar la postura
Fortalecer los músculos del tronco (espalda, abdomen y pelvis) mejora la estabilidad y facilita mantener una buena posición al sentarse. También, mantener un peso corporal adecuado ayuda a reducir la presión sobre la columna y evita desequilibrios posturales.
Consejos prácticos para sentarse mejor
Aquí tienes algunas recomendaciones simples que puedes aplicar desde ya:
- Apoya los pies completamente en el suelo o usa un reposapiés si no los alcanzas.
- Evita cruzar las piernas por largos periodos.
- Mantén las rodillas al nivel o un poco por debajo de las caderas.
- Ajusta la altura de la pantalla de tu ordenador para que esté al nivel de los ojos.
- Usa un cojín o toalla enrollada en la parte baja de la espalda si el respaldo no da soporte.
- Relaja los hombros y evita encorvarte hacia adelante.
- Haz pausas cada 45-60 minutos para estirarte o caminar.
Ejercicios fáciles para las pausas activas
Puedes realizar estas actividades sin salir de casa o del trabajo:
- Rotaciones de cuello: gira la cabeza lentamente hacia un lado y luego al otro, 10 veces por lado.
- Estiramiento de pecho: junta las manos por detrás de la espalda y estira hacia atrás.
- Levantamiento de hombros: sube y baja los hombros lentamente para liberar tensión.
- Estiramiento de espalda baja: sentado, inclínate hacia adelante y deja colgar los brazos hacia el suelo durante unos segundos.
Estas rutinas cortas pueden aliviar tensiones y mejorar la circulación.
Un entorno que se adapta a ti
La postura también depende de cómo esté diseñado tu espacio. Asegúrate de que:
- La mesa no quede demasiado alta o baja.
- Haya suficiente espacio para mover las piernas.
- La luz esté bien distribuida para no inclinarte hacia la pantalla.
Tu cuerpo te lo agradecerá si construyes un entorno pensado para tu comodidad.
☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí
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