1 de agosto de 2025

La empresa espacial de Jeff Bezos ha adelantado a SpaceX en un hito clave para ir a la Luna y Marte: evaporación cero

La empresa espacial de Jeff Bezos ha adelantado a SpaceX en un hito clave para ir a la Luna y Marte: evaporación cero

Uno de los mayores obstáculos para una misión a Marte no es la distancia ni el tiempo de viaje. Es el combustible. Para enviar una nave tripulada, la NASA estima que se necesitarían decenas de toneladas de propelente criogénico almacenadas durante semanas o meses. Pero esos líquidos no se comportan como en la Tierra: en el vacío, expuestos al calor y sin gravedad, se evaporan poco a poco aunque el tanque esté perfectamente sellado.

Ese fenómeno, conocido como boil-off, obliga a liberar el gas generado para que la presión no suba peligrosamente dentro del depósito. Es una pérdida constante que, en una misión de larga duración, puede suponer decenas de toneladas de combustible tiradas al espacio. Por eso, desarrollar tanques capaces de conservar ese propelente a presión segura y sin pérdidas, lo que se conoce como tecnología de evaporación cero, se ha convertido en un requisito técnico para ir más allá de la órbita baja.

Evaporación cero: el reto técnico que separa la órbita baja del resto del sistema solar

Blue Origin asegura haber dado un paso importante para resolver ese problema. La compañía de Jeff Bezos ha logrado mantener oxígeno e hidrógeno líquidos en condiciones estables, sin evaporación, utilizando hardware prototipo de vuelo en pruebas en tierra (Blue Origin no ha detallado si se trata de cámaras térmicas al vacío o de bancos convencionales). Lo anunció Dave Limp, su CEO, como parte del programa Lunar Permanence, afirmando que ya cumplen todos los objetivos marcados por la NASA en esta área.

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El resultado no es menor: hablamos de conservar hidrógeno a 20 kelvin y oxígeno a 90 kelvin, dos temperaturas extremas, durante periodos sostenidos. Esto convierte a Blue Origin en —que sepamos— la primera empresa privada que comunica de forma pública y explícita haber alcanzado una condición de evaporación cero en propelentes criogénicos. A falta de que esta tecnología vuele y se demuestre en órbita, lo conseguido representa el avance más tangible hasta ahora hacia tanques capaces de almacenar combustible líquido sin pérdidas, una pieza clave para operar naves en la Luna o Marte.

Blue Origin no ha detallado cuál de los dos utiliza, pero la lógica apunta al chorro subenfriado, el único método probado hasta ahora en microgravedad por la NASA. Consiste en dirigir un chorro de líquido muy frío hacia donde se acumula el vapor. Al condensarlo, se evita que suba la presión y no hace falta liberar gas. Es un sistema tecnológicamente complejo, pero hasta ahora es el que ha demostrado mayor eficacia y estabilidad en condiciones de ensayo.

Mucho antes de que Blue Origin anunciara su avance, la NASA ya había puesto a prueba estos sistemas en el espacio. El programa ZBOT, desplegado a bordo de la Estación Espacial Internacional, permitió observar cómo se comporta un tanque de propulsante en microgravedad. Uno de sus principales descubrimientos fue que la interacción entre el chorro subenfriado y el vapor no sigue las reglas clásicas que conocemos en la Tierra.

Hardware Blue Lorigin El sistema criogénico de Blue Origin durante las pruebas en tierra de su tecnología de evaporación cero

En ZBOT-1, no solo se consiguió controlar la presión interna con mezcla activa. También se detectaron fenómenos inesperados como cavitación, formación súbita de burbujas o alteraciones del flujo que podrían afectar la estabilidad del sistema. Esa información —obtenida con sensores, cámaras y sistemas de medición láser— ha servido a varias compañías, entre ellas Blue Origin, para diseñar tanques capaces de funcionar de forma estable en entornos extremos.

Nasa Spacex Transferencia Recreación artística de la NASA

Aunque SpaceX y Blue Origin están abordando el mismo reto general —almacenar propelentes en el espacio sin pérdidas—, no trabajan con los mismos combustibles ni se enfrentan al mismo nivel de dificultad térmica. SpaceX utiliza metano líquido y oxígeno líquido, mientras que Blue Origin trabaja con hidrógeno líquido y oxígeno líquido.

Esa diferencia es clave. El hidrógeno líquido debe mantenerse a una temperatura mucho más baja que la del metano o incluso que la del oxígeno. Además, el hidrógeno es menos denso, más propenso a fugarse y mucho más difícil de aislar. Lograr condiciones de evaporación cero con hidrógeno es, por tanto, un reto técnico mayor. El avance anunciado por Blue Origin no solo es significativo por el resultado, sino por el tipo de combustible con el que lo ha conseguido.

Cuando se habla de ir a Marte, a menudo se piensa en cohetes, hábitats o trajes espaciales. Pero uno de los cuellos de botella más serios está en algo mucho más básico: conservar el combustible. En una misión de larga duración, el propelente no se usa todo de golpe. Hay que almacenarlo, transferirlo y, muchas veces, mantenerlo operativo durante semanas sin que se pierda por evaporación.

Eso convierte a la tecnología de evaporación cero en una pieza clave tanto para las futuras misiones interplanetarias como para las misiones Artemis a la Luna.

Imágenes | Blue Origin (1, 2) | NASA | Xataka con Grok

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La noticia La empresa espacial de Jeff Bezos ha adelantado a SpaceX en un hito clave para ir a la Luna y Marte: evaporación cero fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .



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