


Sin freno. Esa transformación del paisaje ha llevado a demandas judiciales, especialmente por parte de comunidades indígenas que denuncian la degradación de los recursos hídricos y la pérdida de identidad cultural del desierto. Porque sí, el de Atacama es un desierto, pero con una gran riqueza biológica. El problema es la mencionada importancia del litio para el país. Chile se encuentra dentro del llamado ‘Triángulo del Litio’ junto a Bolivia y Argentina y, como segundo mayor productor mundial y poseedor de las mayores reservas del planeta, tiene el poder para dominar la cadena de suministro.
Es un motor económico, con un valor estimado de exportaciones de 2.895 millones en 2024, y su importancia va a ir a más. Se espera que la demanda global de litio supere las 1,3 millones de toneladas en 2025, con la previsión de triplicarse para 2040.
Medidas para mitigar el daño. Y aquí llega la gran pregunta: si se necesita el litio para descarbonizar el planeta, pero a la vez estamos dañando los ecosistemas en su obtención, ¿no hay nada que podamos hacer? Valentí Barrera, subgerente Sostenibilidad de SQM Lithiuum (la empresa chilena que gestiona algunas de estas explotaciones) afirma que entienden las preocupaciones de las comunidades indígenas y están llevando a cabo programas piloto para mitigar el impacto de la minería.
-
La noticia La batería global que se seca: cómo el desierto de Atacama evidencia el precio ecológico de la descarbonización fue publicada originalmente en Xataka por Alejandro Alcolea .
☞ El artículo completo original de Alejandro Alcolea lo puedes ver aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario