Un equipo internacional de paleontólogos ha documentado un descubrimiento extraordinario en el Parque Nacional Toro Toro, en Bolivia: el sitio conocido como Carreras Pampa contiene más de 16.600 huellas de dinosaurios terópodos, el mayor registro de este tipo conocido hasta ahora en el planeta.
Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista científica PLOS ONE, se basa en más de seis años de trabajo de campo, durante los cuales investigadores de diversas instituciones de Bolivia, Estados Unidos y otros países registraron y analizaron meticulosamente una inmensa superficie de roca fosilizada —más de 7.400 m²— repleta de rastros dejados por dinosaurios que caminaron, corrieron e incluso nadaron en lo que fue un antiguo ambiente sedimentario durante el Cretácico superior, hace más de 66 millones de años.
El yacimiento contiene 16.600 huellas de terópodos, los dinosaurios bípedos y carnivoros que incluyen a grupos como los parientes lejanos del Tyrannosaurus rex. Además de estas pisadas, el equipo identificó 1.378 rastros asociados a nado, mostrando cómo algunos dinosaurios se desplazaban en zonas de agua poco profundas. Además marcas de arrastre de cola y diferentes morfotipos de huellas, indicando una gran variedad de tamaños y comportamientos. Las huellas de aves primitivas, que aparecen junto a los rastros de dinosaurios, entregan una visión más rica de ese ecosistema antiguo.
Huellas con una, dos o tres marcas de impresión, asociadas a rastros de desplazamiento y huellas de nado (st = swim trace). Este estilo refleja interacciones con agua poco profunda, donde el animal apoya parcial o intermitentemente sus extremidades. Los corchetes azules (<) se añaden para facilitar la identificación de las marcas. M2 (I–P): Huellas más definidas y profundas, correspondientes a una pisada más estable sobre el sustrato. Representan un contacto completo del pie y condiciones de suelo más firme en comparación con M1.
Escalas:
Las escalas están en centímetros (cm); en la imagen H la escala es de 1 metro (m).
Estas evidencias no solo muestran una enorme abundancia de huellas, sino también una diversidad de comportamientos: desde simples pasos hasta nados y giros que podrían reflejar interacción entre los individuos o respuestas a condiciones ambientales específicas.
Un sitio de valor global
Aunque en Bolivia ya se conocían otros importantes yacimientos de huellas como Cal Orcko en Sucre, con miles de rastros fósiles, el descubrimiento en Carreras Pampa supera ampliamente en cantidad a todos los demás sitios registrados.
El estudio no solo enfatiza la importancia de Bolivia como un lugar clave para la paleontología mundial, sino que también abre nuevas puertas para comprender mejor cómo vivían, se movían y se comportaban los dinosaurios carnívoros en ese periodo del Cretácico.
Este descubrimiento en Carreras Pampa no es solo un nuevo récord de cantidad de huellas fósiles, sino que es también una ventana inédita hacia los mundos perdidos de los dinosaurios, que nos permite reconstruir fragmentos de su comportamiento y ecología con un nivel de detalle sin precedentes.
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