La más reciente en recibir aprobación es Elecsys pTau181, una prueba desarrollada por Roche y Eli Lilly que analiza la presencia de una forma específica de la proteína tau en el plasma sanguíneo. Esta proteína, cuando está modificada (fosforilada), se relaciona directamente con la presencia de patologías típicas del Alzheimer.
¿Qué mide exactamente la prueba Elecsys pTau181?
Este test se centra en cuantificar la proteína pTau181, un biomarcador que ha demostrado una alta correlación con la acumulación de ovillos neurofibrilares en el cerebro, una de las características clave de la enfermedad. Según Roche, en un estudio con 312 participantes, esta prueba tuvo una precisión del 97,9% para descartar Alzheimer en personas con deterioro cognitivo.
Es importante señalar que la prueba no está diseñada para confirmar un diagnóstico positivo, sino para descartar que los síntomas se deban a Alzheimer. Funciona, en esencia, como una primera criba en el entorno de atención primaria, permitiendo orientar mejor a los pacientes que necesitan estudios más especializados.
Comparación con otras pruebas aprobadas
La Elecsys no es la única prueba de sangre en el mercado. En mayo, la FDA también aprobó Lumipulse, desarrollada por la firma japonesa Fujirebio. A diferencia de Elecsys, Lumipulse mide tanto la pTau217 como el amiloide-β (1–42), dos proteínas que se consideran pilares en la fisiopatología del Alzheimer.
Durante su validación clínica, Lumipulse mostró un 97% de concordancia en resultados negativos confirmados por pruebas adicionales, como el análisis de líquido cefalorraquíeo o imagenología cerebral. También arrojó una tasa del 92% de confirmación en los casos positivos. Esto sugiere que esta prueba tiene una mayor capacidad para identificar tanto casos afirmativos como negativos, lo que la posiciona como una herramienta potencialmente más completa.
La precisión no es absoluta
A pesar de estas cifras alentadoras, los especialistas se muestran cautelosos. Como señala la neuróloga Ashvini Keshavan, del University College London, sin acceso completo a los datos de los ensayos es difícil evaluar a fondo la especificidad y sensibilidad de estas pruebas. No basta con conocer la tasa de falsos negativos; también es crucial entender cuántos falsos positivos pueden generar, lo cual podría llevar a un diagnóstico erróneo y generar ansiedad innecesaria en los pacientes.
También se debe tener en cuenta el fenómeno de la «zona gris». En estudios realizados con otra prueba, desarrollada por Quanterix, más del 30% de las muestras quedaron en un punto intermedio que no permitía confirmar ni descartar la enfermedad. Aunque no se ha reportado este porcentaje específico para Elecsys o Lumipulse, es un aspecto a considerar.
¿Cambiarán estas pruebas la forma de diagnosticar el Alzheimer?
El potencial de estas pruebas radica en su accesibilidad y rapidez. Mientras que una punción lumbar o una tomografía PET pueden tardar semanas y requieren entornos hospitalarios especializados, un análisis de sangre se puede realizar en una clínica local y ofrecer resultados en menos tiempo y a un costo significativamente menor.
Esto podría tener un impacto directo en el acceso temprano al tratamiento, especialmente en zonas rurales o en países donde los recursos médicos son limitados. Detectar precozmente la ausencia de Alzheimer también evita que pacientes con otros tipos de demencia sean tratados incorrectamente.
Sin embargo, no hay que perder de vista que estas pruebas no reemplazan los estudios tradicionales, sino que los complementan. Son una herramienta de cribado, no de diagnóstico definitivo. Como si se tratara de un semáforo, pueden indicar si es seguro avanzar o si es necesario detenerse y hacer una evaluación más profunda.
El futuro de la detección precoz
Conforme avanza la investigación, podríamos ver una integración cada vez mayor de estas pruebas dentro de programas de salud pública. La idea de incluir el test en chequeos regulares para personas mayores de 60 años podría convertirse en una realidad, siempre y cuando se garantice su fiabilidad y se eviten diagnósticos erróneos.
Además, la combinación con inteligencia artificial para analizar patrones proteicos en sangre podría abrir la puerta a diagnósticos más tempranos incluso antes de que los síntomas aparezcan. Pero ese es un territorio que aún necesita ser explorado con rigurosidad científica.
Por ahora, la aprobación de Elecsys pTau181 marca un paso adelante en la simplificación del proceso diagnóstico del Alzheimer, aunque los profesionales coinciden en que todavía hay camino por recorrer antes de que estas pruebas sean una alternativa completamente confiable por sí solas.
☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí
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