Lo cierto es que Proview cerró sus fábricas en 2010 debido a problemas económicos, y ahora los bienes y marcas de la compañía son propiedad de ocho bancos que pretenden recuperar unos 1.000 millones de dólares en deudas. Con el contexto de los problemas de Apple un poco más claros, es fácil concluir que la solución está en pagar un buen dinero para poder usar la marca de la discordia en China. Lo más probable es que las discusiones entre Apple y Proview tengan más que ver con cifras específicas que con otros razonamientos.
☛ El artículo completo original de Jose Andrade lo puedes ver aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario