415 eurodiputados han firmado una declaración en la que solicitan a la Comisión Europea y a los Países europeos que apoyen un programa de ajedrez en los colegios.
La declaración ha sido formalmente aprobada por el Parlamento Europeo ya que supera los 378 escaños, más de la mitad de los 754 parlamentarios. La declaración no es vinculante, pero los promotores confían en que el programa Ajedrez en la Escuela reciba el visto bueno de la Comisión.
Los promotores son el búlgaro Slavi Binev (No Inscritos), el socialista maltés John Attard-Montalto, el conservador británico Nirj Deva, el italiano Mario Mauro (Partido Popular Europeo) y el liberal finlandés Hannu Takkula. Su propuesta la realizan:
Considerando que, sea cual sea la edad del niño, el ajedrez puede mejorar su concentración, paciencia y persistencia y puede ayudarle a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias, tanto analíticas como de toma de decisiones; que el ajedrez enseña asimismo valores tales como la determinación, la motivación y la deportividadEl ajedrez es el juego por excelencia. Una metáfora de la vida, de la lucha, de la batalla. Enfrenta a dos ejércitos sobre el campo de batalla, el tablero. Cada bando dispone de soldados o peones y piezas de mayor valor hasta llegar al rey. La estrategia, el planteamiento a largo plazo define muchas partidas. Pero los golpes a corto plazo, como el ataque doble pueden definir el juego. Matar al rey enemigo en su alcoba es un golpe táctico que puede acabar con la guerra. La iniciativa es importante. El ataque debe ser sólido, si no perderá ante una buena defensa. Hay que ocupar el terreno y cambiar las piezas adecuadas en cada momento. Cada jugada tiene su tiempo oportuno, no puede hacerse antes o después sin amenazar el resultado. Un sacrificio puede llevar al éxito o al fracaso.
El reloj se inventó para evitar el juego eterno. Hay partidas de dos horas por jugador, semirrápidas de media hora y rápidas de 5 minutos. La gestión del tiempo es esencial. El análisis de la posición, la planificación, la resistencia a abandonar, la memoria o el control de las emociones son valores que el ajedrez estimula.
¿Y la emoción? ¿Qué sienten los jugadores mientras están concentrados? ¿Están fríos y calculadores? Todo lo contrario, padecen un auténtico hervor emocional, una cascada de sensaciones que no se transmite pero que bulle con fuerza.
Puedes jugara al ajedrez en casa, en un club o en un parque. Pero el ajedrez se ha visto muy beneficiado por Internet. Ahora hay múltiples sitios donde jugar online desde tu casa. O mejor aún, con tu móvil, en el metro o esperando una cola. Juegas contra personas, no contra programas, sintiendo la misma emoción que sientes cuando tienes al rival enfrente.
El ajedrez, juego de juegos estará en los colegios si triunfa la iniciativa.
☛ El artículo completo original de Antonio Orbe lo puedes ver aquí
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