La espiritualidad activa los mismos circuitos cerebrales que el amor, el sexo, el juego, las drogas y la música, según un estudio que analizó las imágenes cerebrales (fMRI) de un grupo de mormones. Durante un experimento, los participantes describían sentimientos de paz y sensaciones físicas de calor. Muchos lloraban mientras miraban los estímulos producidos por la cultura de su iglesia.
Las experiencias religiosas y espirituales activan los circuitos de recompensa del cerebro de la misma manera que lo hacen el amor, el sexo, el juego, las drogas y la música, según una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah que han sido publicada en la revista Social Neuroscience.
"Estamos empezando a entender cómo el cerebro participa en experiencias que los creyentes interpretan como espiritual, divina o trascendente," dice el autor de esta investigación Jeff Anderson en un
"Estamos empezando a entender cómo el cerebro participa en experiencias que los creyentes interpretan como espiritual, divina o trascendente," dice el autor de esta investigación Jeff Anderson en un
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
☛ El artículo completo original de University of Utah/T21 lo puedes ver aquí
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