Un retiro espiritual de siete días tiene un impacto a corto plazo en la dopamina del cerebro y en la función de la serotonina, ha descubierto un estudio. Estos efectos neurofisiológicos explican las poderosas emociones positivas que se viven en estas experiencias y la creciente búsqueda de estos espacios de paz para mejorar el bienestar.
En la actualidad, cada día más personas acuden a retiros espirituales, meditativos y religiosos como una manera de restablecer su vida cotidiana y mejorar el bienestar. Para comprender lo que pasa en el cerebro de las personas que acuden a estas prácticas, investigadores del Instituto Marcus de Salud Integrativa en la Universidad Thomas Jefferson estudiaron de cerca los comportamientos y reacciones de un grupo de voluntarios que participaron en un retiro controlado de siete días. Los resultados se han publicado en Religion, Brain & Behavior.
El estudio se basó en la experiencia de 14 participantes cristianos con edade...
El estudio se basó en la experiencia de 14 participantes cristianos con edade...
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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