Por estos días, la ciudad de Phoenix en el estado de Arizona en los Estados Unidos, está experimentando una extraña situación. Los aviones presentes en el Aeropuerto Internacional de Phoenix Sky Harbor no pueden despegar, y es que las temperaturas que la ciudad está registrando alcanzan los 48°C, cuando aún no comienza el verano de manera oficial en el país del norte.
La pregunta que te estarás haciendo mientras lees esto es "¿qué tiene que ver una cosa con la otra?", y tienes toda la razón, ya que en apariencia estos dos fenómenos no tienen relación alguna, no obstante, la ciencia nos dice otra cosa. De hecho, nos dice todo lo contrario, pero eso es bastante obvio, sino no estarías perdiendo el tiempo acá, ¿no?
Resulta que el aire caliente es menos denso que el aire frío, lo cual afecta al mecanismo de turbinas de los aviones. Ante mayores temperaturas, mayor es la velocidad que los bólidos aéreos requieren alcanzar para despegar, sin embargo, una buena parte de los aeropuertos del mundo no cuenta con la infraestructura necesaria para estos fines. La longitud de las pistas de aterrizaje no alcanza a ser suficiente para el despegue, por lo que es acá cuando los viajes deben ser cancelados de manera obligatoria.
The Verge nos hace notar que las naves construidas por Boeing y Airbus para vuelos internacionales han operado con cerca de 50°C en el mejor de los casos (lo que claramente no es recomendable, así, con negrita), mientras que los aviones más pequeños solo lo han hecho con 47°C, siendo incapaces de llegar a más.
Lamentablemente, a medida de que los años son registrados como los más calurosos dentro del último tiempo uno tras otro, tal vez tengamos que leer y releer todo lo anterior durante bastante tiempo más. Por lo pronto, guarden este post.
☛ El artículo completo original de Manuel Silva lo puedes ver aquí
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