WannaCry, el ransomware que atacó a más de 230 mil dispositivos en más de 150 países está de vuelta. Esta vez, su blanco fue la empresa multinacional estadounidense Boeing, que se mueve en el rubro de la fabricación de aviones.
El malware funciona de forma similar al que conocimos durante el 2017. Básicamente, se aprovecha de alguna vulnerabilidad en Windows para tomar el control de ordenador y encriptar los datos de la víctima. Para poder recuperarlos es necesario pagar una cifra de dinero.
El ransomware tuvo al borde del infarto a firmas como Telefónica España, FedEx, aerolineas como LATAM, e incluso servicios públicos, y esta vez pasó algo similar con Boeing. La firma se refirió al asunto en el portal Seattle Times, mencionando que tenían temor que "hiciese metástasis rápidamente y se difundiera en el software del avión".
Aunque la noticia del ataque provocó una alarma generalizada dentro de la compañía y entre los clientes de las aerolíneas durante este miércoles, por la noche, Boeing llamó a la calma. Linda Mills, directora de comunicaciones de Boeing Commercial Airplanes, agregó:
Hicimos una evaluación final y la vulnerabilidad se limitaba a unas pocas máquinas. Implementamos los parches correspondientes y no hubo interrupción en el programa 777 jet ni en ningún otro.
En todo caso, a pesar de que es sabido que existen parches para este ransomware, queda la duda sobre la posibilidad de que se trate de alguna versión actualizada. En caso contrario, el exabrupto habría sido un simple descuido de la firma, probablemente por no tener actualizados sus equipos.
☛ El artículo completo original de César Muñoz lo puedes ver aquí
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