Las creencias son susceptibles de reforzarse en función de las reacciones positivas o negativas que suscitan en los demás, lo que explica que haya gente que esté convencida de que la Tierra es plana o de que el cambio climático es una farsa. Algunos hábitos de aprendizaje pueden limitar los horizontes intelectuales de una persona.

Nuestras convicciones muchas veces son perversas: nos llevan a mantener creencias y opiniones que no sólo no son evidentes, sino que también son contrarias a la razón y a la evidencia científica.
Es una cuestión que ha intrigado desde siempre a los científicos: ¿por qué hay gente que cree por ejemplo que la Tierra es plana? ¿O que el cambio climático es una falacia? ¿O que el mundo es víctima de una gran conspiración? Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han desvelado el misterio.
Han descubierto que las creencias de las personas son susceptibles de reforzarse en función de las reacciones positiva...
Es una cuestión que ha intrigado desde siempre a los científicos: ¿por qué hay gente que cree por ejemplo que la Tierra es plana? ¿O que el cambio climático es una falacia? ¿O que el mundo es víctima de una gran conspiración? Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han desvelado el misterio.
Han descubierto que las creencias de las personas son susceptibles de reforzarse en función de las reacciones positiva...
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
☛ El artículo completo original de Redacción T21 lo puedes ver aquí
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