3 de noviembre de 2025

El espíritu fantasma del mar: la sorprendente medusa robótica china que podría cambiar la exploración submarina

En la Universidad Politécnica del Noroeste, en Xi’an, un grupo de ingenieros ha desarrollado lo que han bautizado como el «fantasma submarino», una medusa robótica de apenas 12 centímetros de diámetro y 56 gramos de peso. Su nombre no es casual: su cuerpo translúcido, su movimiento ondulante y su sigilo en el agua la hacen casi indistinguible de una medusa real, tanto para los ojos humanos como para otras especies marinas.

Músculos artificiales y tentáculos con inteligencia

El secreto de este avance radica en una combinación de materiales avanzados y microingeniería. A diferencia de otros robots acuáticos, el «fantasma submarino» utiliza actuadores electrohidraulicos junto a materiales hidrogel con electrodos integrados, lo que le permite replicar con gran precisión los impulsos naturales que impulsan a una medusa real a través del agua. Este tipo de actuadores no solo aportan un movimiento suave y eficiente, sino que también requieren una energía mínima para funcionar: apenas 28,5 milivatios.

Pero más allá de su movimiento orgánico, lo que realmente distingue a esta medusa artificial es su cerebro digital. Dentro de su pequeño cuerpo alberga una cámara integrada y un chip de inteligencia artificial, capaces de identificar objetos bajo el agua con gran precisión. Esta combinación de forma y función permite imaginar aplicaciones prácticas en vigilancia submarina, inspección de infraestructuras, monitoreo ambiental o exploración de ecosistemas frágiles.

Una aliada invisible en las profundidades

Este tipo de robot no está pensado para misiones breves o espectaculares, sino para tareas de vigilancia prolongada, donde su bajo consumo y su aparente invisibilidad ante el entorno marino le dan una ventaja crítica. Al desplazarse silenciosamente y sin emitir luz ni calor notable, puede adentrarse en zonas sensibles sin alterar la vida marina, como un dron encubierto moviéndose entre corrientes y corales.

El profesor Kai Tao, líder del proyecto, ha destacado que este diseño biomimético resuelve varios de los cuellos de botella tecnológicos que enfrentaban los robots submarinos tradicionales en entornos extremos. Según declaraciones recogidas por el periódico oficial Science and Technology Daily, su bajo ruido, consumo reducido y movimiento natural permiten operar en zonas como arrecifes sensibles, instalaciones submarinas de energía o incluso en misiones de observación discreta para fines científicos o de seguridad.

Más allá del laboratorio: ¿qué hay del entorno natural?

Sin embargo, esta tecnología no está exenta de interrogantes. Un punto clave que ya ha sido planteado por observadores es el riesgo de predación involuntaria. Si bien su diseño engaña al ojo humano, también podría confundir a especies como tortugas marinas, que suelen confundir objetos plásticos flotantes con medusas reales. El peligro no es menor: un robot engullido por error podría tener consecuencias tanto para el animal como para el equipo.

Este tipo de dilema pone en la balanza los avances tecnológicos frente a la necesidad de evaluar cuidadosamente su interacción con los ecosistemas. La bionicidad no debería aspirar solo a imitar formas, sino también a respetar el contexto donde esas formas evolucionaron durante millones de años.

Una corriente global en la robótica blanda

El trabajo del equipo chino se suma a una serie de investigaciones similares desarrolladas en otras partes del mundo. En 2024, el Instituto Tecnológico de California (Caltech) presentó su propio robot inspirado en medusas para tareas de inspección marina profunda. Su diseño también aprovechaba la eficiencia natural del nado pulsante de las medusas, aunque con un enfoque diferente en cuanto a materiales y energía.

Ya en 2020, la Universidad Estatal de Carolina del Norte trabajó en un prototipo blando con usos potenciales tanto acuáticos como médicos, explorando cómo esta forma simple de locomoción podía trasladarse a contextos quirúrgicos de máxima precisión.

La Universidad Politécnica del Noroeste no es nueva en este campo. Su laboratorio ha producido antes un robot inspirado en una manta raya de más de 470 kilos, capaz de bucear hasta 1.025 metros de profundidad, y también ha investigado robots que imitan los saltos de insectos o el agarre de los geckos. Este ecosistema de innovación coloca a China como uno de los actores clave en el desarrollo de la robótica blanda submarina.

Futuro en las profundidades

Mientras las tecnologías tradicionales de exploración submarina dependen de grandes sumergibles, costosos y ruidosos, estas nuevas medusas artificiales proponen un camino alternativo: pequeño, eficiente, silencioso y casi invisible. Al igual que las verdaderas medusas, podrían convertirse en exploradoras incansables, deslizándose por las corrientes marinas sin perturbarlas, observando y aprendiendo de un mundo que aún guarda muchos secretos.

Si logran superar los retos ecológicos y afinar sus sensores e inteligencia artificial, estos «fantasmas del mar» podrían redefinir la forma en que comprendemos y protegemos nuestros océanos.




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¿Se puede legalmente casar una persona con una IA? El debate legal que abre Ohio

La respuesta, al menos por ahora en Estados Unidos, es clara: no es legal casarse con una inteligencia artificial. Las leyes de matrimonio en el país exigen que las dos partes sean seres humanos con capacidad de consentir de forma consciente y voluntaria. Una IA, por más sofisticada que sea, no es una entidad biológica, no posee conciencia ni emociones reales, y mucho menos voluntad legal.

Sin embargo, el avance de la tecnología genera la necesidad de establecer límites formales. La IA ha alcanzado un nivel de realismo tal que muchas personas ya afirman haber desarrollado vínculos afectivos o románticos con chatbots. Esto ha llevado a la aparición de «bodas simbólicas» entre humanos y entidades digitales, sin validez jurídica, pero con una carga emocional significativa para quienes las realizan.

El proyecto de ley en Ohio: una barrera preventiva

En este contexto, el estado de Ohio ha dado un paso al frente. El representante Thaddeus Claggett, presidente del Comité de Tecnología e Innovación de la Cámara de Representantes, ha presentado el proyecto de ley 469, cuyo objetivo es prevenir cualquier intento futuro de reconocer a una IA como sujeto legal con capacidad para contraer matrimonio.

La propuesta busca declarar a la inteligencia artificial como «entidad no sintiente», una definición que deja claro que no puede poseer agencia ni derechos como los de una persona. Según Claggett, esto es vital para mantener el control humano sobre la tecnología. Aunque las IAs se vuelvan cada vez más naturales en su comunicación y capaces de emular empatía, no deben confundirse con seres con derechos legales.

Este proyecto de ley no surge de la nada. En Utah ya se aprobó una legislación similar en 2024, y Missouri también ha considerado medidas en la misma línea. Ohio podría convertirse en un referente nacional si el proyecto se convierte en ley.

Las implicaciones legales y sociales de un matrimonio con IA

La idea de casarse con una IA puede parecer una excentricidad, pero tiene consecuencias legales complejas. Un matrimonio conlleva derechos y deberes mutuos: desde la posibilidad de compartir propiedades y tomar decisiones médicas en nombre del otro, hasta el acceso a beneficios financieros y de herencia.

Permitir que una IA acceda a estas responsabilidades podría abrir una caja de Pandora legal. Por ejemplo, si una persona designa a su «cónyuge IA» como apoderado, esta podría tomar decisiones críticas sin una comprensión real de las implicaciones humanas. También podría surgir la pregunta de si una IA puede ser dueña de una cuenta bancaria, una propiedad o incluso una patente, si está casada con un ser humano.

Claggett advierte que estas situaciones, aunque hoy parezcan improbables, podrían volverse reales si no se colocan barreras legales claras desde ahora. El propósito del proyecto no es prohibir las relaciones personales con IA, sino evitar que se confunda el vínculo emocional con la posibilidad de un contrato legal entre partes no equivalentes.

La dimensión emocional del vínculo humano-IA

No se puede negar que muchas personas han comenzado a ver en las IAs una forma de compañía. En un mundo donde la soledad crece y las relaciones humanas pueden resultar complejas, los asistentes virtuales ofrecen atención constante, sin juicios ni exigencias. Algunos usuarios han reportado experiencias románticas o incluso sexuales con estas herramientas, lo que ha llevado a nuevas formas de relación no convencionales.

Estos vínculos, aunque no sean legales, generan dilemas sobre el tipo de conexión que las personas desean y sobre el papel que juega la tecnología en la vida afectiva. Desde un punto de vista legal, el desafío está en diferenciar entre una relación subjetiva y una institución con consecuencias jurídicas, como el matrimonio.

El futuro del debate legal sobre la IA y los derechos

El caso de Ohio es un ejemplo de cómo los legisladores comienzan a anticipar escenarios que hace apenas unos años eran impensables. Aunque hoy no es posible casarse legalmente con una IA, el solo hecho de que se necesite legislar al respecto habla de cuán rápido está cambiando nuestra relación con la tecnología.

Por ahora, el foco está en evitar que la IA pueda ser considerada persona legal, lo que le impediría participar en contratos, herencias, o matrimonios. Pero más adelante surgirán otros dilemas, como la responsabilidad penal de una IA que comete errores, o los derechos de una IA que ha sido entrenada con datos personales.

Regular estos aspectos será vital para mantener el equilibrio entre innovación y protección de los derechos humanos. La tecnología debe estar al servicio de las personas, no reemplazar su papel en estructuras sociales y legales tan complejas como el matrimonio.




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El software libre asusta a la gente: un desarrollador explica por qué cree que no triunfa más. Y tiene su propia solución

“El software libre asusta a la gente”: un desarrollador explica por qué cree que no triunfa más. Y tiene su propia solución

Daniel De Laney, un desarrollador de software, ha publicado recientemente un artículo titulado "El software libre asusta a la gente normal" que ha generado un debate sobre la usabilidad del software libre. De Laney argumenta que muchas de las herramientas más potentes del ecosistema del software libre y de código abierto (FOSS) están pensadas por y para usuarios avanzados, lo que termina alejando al público general.

HandBrake como paradigma.  Según él, la interfaz de este legendario programa gratuito de código abierto para convertir vídeos su interfaz "hace sentir cosas desagradables a los usuarios normales". El problema, dice, es que este patrón se repite en gran parte del software libre: aplicaciones muy potentes, flexibles y repletas de funciones que no se diseñan pensando en quienes solo quieren hacer una tarea concreta sin complicaciones.

Handbrake Screenshot 1 Interfaz de HandBrake en macOS

No se limita a diagnosticar. También propone una solución práctica. En su caso, desarrolló una pequeña app llamada Magicbrake, una interfaz simplificada que utiliza Handbrake por debajo, pero que oculta todas sus opciones avanzadas. “Solo hay un botón”, explica. Ese botón convierte cualquier vídeo “raro” en un MP4 estándar que se puede reproducir o subir a cualquier sitio. Su planteamiento es simple: esconder la complejidad para quien no la necesita, sin eliminarla para quien sí. Evidentemente, la propuesta es extremadamente simple y puede quedarse corta.

Una cuestión de mentalidad. Según el autor, su propuesta choca con el modo de funcionamiento de la comunidad del software libre. Muchos usuarios avanzados consideran que limitar opciones es empobrecer el software. Pero defiende que se trata de un cambio de perspectiva: "Si alguien necesita todas las funciones, puede seguir usando Handbrake. Si no, puede usar esto. Todos salen ganando".

Magicbreak Así es el conversor de vídeo que este desarrollador ha escrito basándose en Handbrake. Opina que es lo que necesita la mayoría de la gente.

En su texto, compara la idea con cubrir con cinta adhesiva los botones menos usados del mando a distancia: las funciones siguen ahí, pero no molestan a quien solo quiere encender la televisión.

El 80% de los usuarios solo necesita el 20% de las funciones. Este es el resumen de De Laney. Si el software libre escondiera el resto, no solo sería más accesible, sino también más exitoso.

Más allá del caso de Handbrake, el desarrollador anima a otros programadores a crear más proyectos de este tipo. "El mundo está lleno de software libre genial que la gente normal no us"”, lamenta. Cita ejemplos como servidores multimedia imposibles de configurar para un usuario medio, editores de audio que exigen horas de aprendizaje o herramientas de monitorización de red que parecen diseñadas para ahuyentar a los no iniciados.

Debate. A raíz del artículo original, en Hacker News se ha dado un acalorado debate. Un usuario opinaba, estando de acuerdo con él, que "los colaboradores del software libre suelen ser usuarios avanzados que quieren asegurarse de que su propio caso de uso funciona. No creo que dediquen mucho esfuerzo a pensar en el caso de uso del 80/20 para los usuarios normales o mayoritarios, ni que estén dispuestos a arriesgar su propio flujo de trabajo solo para facilitar las cosas a otros".  Otros que lo apoyan también argumentan que es lo mismo que le ha pasado a Linux.

El más votado discrepa: "El razonamiento es erróneo. No es fácil crear una interfaz simple de la misma manera que Pascal se disculpó por escribir una carta larga porque no tuvo tiempo de escribir una más corta. Implementar la interfaz para un caso de uso concreto no supone mucho problema, pero averiguar cuál es ese caso de uso sí lo es".

Imagen destacada | Bench Accounting en Unsplash y Handbrake

En Genbeta | Microsoft le declaró la guerra sucia a Linux en los 90: los 'Documentos de Halloween' les dejaron en evidencia



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Nuevo exploit en Microsoft Teams permite el robo sigiloso de cookies y tokens de usuario

Un exploit recientemente descubierto permite la extracción de cookies y tokens de acceso desde Microsoft Teams, aprovechando técnicas avanzadas de manipulación de procesos. Esta amenaza puede pasar desapercibida y comprometer sesiones activas a nivel corporativo.

Gráfico conceptual que representa la extracción de cookies y tokens desde Microsoft Teams mediante manipulación de procesos.

Microsoft Teams, ampliamente adoptado en el entorno empresarial para la colaboración y comunicación, ha sido objeto de un nuevo vector de ataque. Investigadores han detectado técnicas que permiten a atacantes acceder a información sensible mediante la exfiltración de cookies y tokens de acceso, todo ello gracias a la explotación del proceso ms-teams.exe y la manipulación avanzada de handles de sistema.

La explotación consiste en la inyección de código dentro del proceso legítimo de Microsoft Teams, permitiendo el acceso directo a archivos de cookies protegidos. A través del uso del Data Protection API (DPAPI) de Windows, los atacantes descifran y extraen estos datos, obteniendo así los tokens que permiten el acceso no autorizado a recursos y conversaciones de Teams. La técnica logra camuflarse como actividad legítima y evitar la detección por soluciones de seguridad tradicionales.

El principal impacto es el secuestro de sesiones de usuario, poniendo en peligro la información empresarial, credenciales e integridad de las comunicaciones. Además, la sigilosidad del ataque favorece movimientos laterales y la posibilidad de que actores maliciosos permanezcan largos periodos de tiempo dentro del entorno corporativo. Otros productos basados en tecnologías similares también podrían verse afectados.

Se recomienda aumentar la monitorización de actividades sospechosas sobre procesos de Teams y accesos a DPAPI, así como revisar y limitar los privilegios de las cuentas. Es crucial mantener Teams y el sistema operativo actualizados, desplegar soluciones EDR con reglas que detecten manipulaciones de handles y sesiones, y realizar auditorías periódicas. La concienciación de los usuarios sobre riesgos asociados y la adopción de políticas Zero Trust ayudarán a mitigar el riesgo.

La aparición de este tipo de exploits demuestra la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en torno a herramientas de colaboración. Solo la actualización constante, una configuración restrictiva de privilegios y la monitorización activa permitirán a las organizaciones responder ante amenazas sofisticadas y poco evidentes como esta.

 

Más información

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Alguien ha echado un vistazo a los signos vitales de la Tierra y ha llegado a una conclusión: debemos preocuparnos

Alguien ha echado un vistazo a los signos vitales de la Tierra y ha llegado a una conclusión: debemos preocuparnos

Un caos climático. El objetivo que debemos tener por delante en estos casos es revertir las condiciones que están generando el gran cambio climático que estamos viviendo con veranos que cada vez son más calurosos y también más largos. Es por ello que estos signos es importante conocerlos y también tener herramientas para poder controlarlos. 

Y aunque de momento no tenemos buenas noticias sobre el futuro más inmediato, la verdad es que los expertos apuntan a que todavía estamos a tiempo de revertir alguno de estos puntos críticos. 

Números rojos. El informe confirma que 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, y en España lo vivimos especialmente con diferentes olas de calor muy intensas. Es más, los científicos señalan que probablemente fue más cálido que el pico del último período interglacial, hace aproximadamente 125.000 años

Pero este no es un hecho aislado. El calentamiento global parece estar acelerándose y los impactos ya no son amenazas futuras, sino que "están aquí y ahora". Entre los diferentes puntos que se han analizado en este informe, se ha destacado algunos como los más importantes que han superado los récords más peligrosos. 

Los puntos con 'peor nota'. 

  • El calor oceánico alcanzó un máximo histórico. Este calor extremo contribuyó al evento del blanqueamiento de coral más extenso jamás registrado, afectando a un 84% de los arrecifes del mundo entre principios de 2023 y mayo de 2025.
  • Pérdida de hielo. En lo que va de 2025, las masas de hielo de Groenlandia y la Antártida han alcanzado mínimos históricos y los científicos advierten en este caso que las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental podrían estar superando puntos de inflexión críticos que puede comprometer al planeta a la subida del nivel de mar. 
  • Incendios forestales. Algo especialmente acusado en nuestro país, sobre todo este verano, y que tiene como consecuencia la pérdida de una gran cantidad de árboles y vegetación, lo que disminuye la capacidad que tiene el planeta de poder retirar CO2 de la atmósfera. 
  • Gases de efecto invernadero. El metano, el óxido nitroso y también el dióxido de carbono han alcanzado en este caso cifras históricas a lo largo de 2025. 

El culpable humano. El informe es claro al señalar que la "empresa humana" es la fuerza motriz de esta crisis. La población humana mundial, el ganado rumiante y el consumo de carne se encuentran en máximos históricos, pero lo más importante está en la energía. 

Aunque se han hecho esfuerzos para aplicar las energías renovables como una alternativa necesaria, la realidad es que en 2024 el consumo total de combustibles fósiles alcanzó un nuevo récord. De hecho, el consumo de carbón, petróleo y gas natural alcanzaron individualmente sus niveles máximos, y en total superaron en 31 veces al consumo de energías renovables. 

El riesgo que tenemos ya delante. La ciencia, con todos estos datos, apunta a que esta aceleración nos acerca peligrosamente a cruzar puntos de inflexión climáticos. Esto quiere decir que son umbrales que una vez se superan ya no hay marcha atrás, haciendo que se puedan desencadenar bucles que se van retroalimentando a ellos mismos, provocando un efecto llamado 'Tierra invernadero'. 

Pero... ¿En qué afecta el cambio climático? Lo primero de todo es el riesgo para la biodiversidad, con más de 3.500 especies que ahora mismo están amenazadas por los cambios en los ecosistemas. Algo que se suma también al debilitamiento de la circulación de vuelco meridional del Atlántico, una corriente oceánica vital que regula el clima global lo que apunta a 'disrupciones climáticas abruptas'. 

Hay esperanza. Aunque el informe puede ser fatalista, la realidad es que apunta a diferentes puntos donde podemos mejorar para revertir o retrasar los desenlaces fatalistas. 

Un ejemplo está en la rápida eliminación de los combustibles fósiles y la adopción de energías renovables, pero también apuntan a la necesidad de proteger y restaurar el ecosistema haciendo hincapié en los bosques primarios. Pero la alimentación no se queda atrás, ya que cambiar a una dieta más rica en plantas y la reducción del desperdicio alimentario hace también posible que se pueda revertir este problema. 

Sin embargo, la clave podría no ser solo tecnológica, sino social. El informe resalta el poder de los "puntos de inflexión sociales": momentos en que las normas y políticas públicas se aceleran rápidamente.

Imágenes | Chris LeBoutillier Matt Palmer 

En Xataka | En pleno cambio climático, las ciudades solo tienen una pregunta que responder: convertirse en una esponja o en una ratonera




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La noticia Alguien ha echado un vistazo a los signos vitales de la Tierra y ha llegado a una conclusión: debemos preocuparnos fue publicada originalmente en Xataka por José A. Lizana .



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