29 de diciembre de 2025

Nueva técnica para recuperar litio de baterías usadas más barato que comprarlo nuevo

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El litio se ha convertido en uno de los materiales más codiciados del siglo XXI. Se encuentra en el corazón de los dispositivos móviles, ordenadores portátiles, bicicletas eléctricas y coches impulsados por baterías. A pesar de su abundancia relativa en la corteza terrestre, extraerlo sigue siendo un proceso costoso, complejo y, en muchos casos, nocivo para el medio ambiente. En este contexto, la búsqueda de alternativas más sostenibles se ha convertido en una prioridad. Y ahora, un equipo de investigadores ha dado con una solución prometedora: recuperar litio de baterías gastadas mediante un proceso electroquímico eficiente y económico.

El desafío del reciclaje de baterías

A pesar de que las baterías de ion de litio tienen una vida útil limitada, muchas de ellas siguen conteniendo cantidades aprovechables de litio incluso después de dejar de funcionar. Sin embargo, recuperar ese litio no ha sido una tarea sencilla. Los métodos más tradicionales como la lixiviación ácida o la fundición a altas temperaturas no solo son caros, sino que también generan residuos tóxicos y presentan una eficiencia limitada.

La lixiviación ácida, por ejemplo, implica tratar las baterías trituradas con ácidos fuertes para disolver los metales, un proceso que puede costar entre 81 y 462 dólares por kilo de litio recuperado. La fundición, aunque más simple en términos técnicos, tampoco es barata: puede costar entre 36 y 126 dólares por kilo y no permite una separación efectiva del litio frente a otros elementos presentes.

Un nuevo enfoque desde la Universidad de Illinois

Ante estos desafíos, investigadores liderados por el profesor Xiao Su, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, han desarrollado una técnica que reduce significativamente los costes de recuperación, hasta llegar a solo 12,70 dólares por kilo de litio. Este valor no solo es muy inferior a los métodos tradicionales, sino que incluso resulta más barato que comprar litio en el mercado abierto, donde actualmente ronda los 13,17 dólares por kilo según datos de Daily Metal Prices.

La clave del método reside en un enfoque electroquímico inteligente. El proceso comienza con la inmersión de baterías desmanteladas en un disolvente orgánico, lo que da lugar a una salmuera que contiene litio y otros metales. En esta solución se introduce un electrodo especialmente diseñado con un copolímero que atrae selectivamente los iones de litio y responde a impulsos eléctricos.

De manera análoga a una esponja que solo absorbe agua y deja pasar el aceite, este electrodo captura únicamente el litio, separándolo de los demás metales presentes. Lo más destacable es que el electrodo mantiene su capacidad durante más de 500 ciclos de uso, lo que garantiza una durabilidad considerable para su aplicación industrial.

Viabilidad económica y ambiental

Este enfoque no solo es atractivo desde el punto de vista económico, sino que también reduce significativamente el impacto ambiental. Al no depender de productos químicos agresivos ni de temperaturas extremas, se minimiza la generación de residuos peligrosos y el consumo energético. A largo plazo, este tipo de tecnología puede jugar un papel esencial en la creación de una cadena de suministro circular para el litio, reduciendo la dependencia de nuevas extracciones mineras y favoreciendo un modelo más sostenible.

El equipo de investigación considera que su trabajo representa una prueba de concepto con gran potencial de escalabilidad. En palabras del propio Su, este avance podría aplicarse no solo a la recuperación de litio en disolventes orgánicos, sino también a la separación de metales en soluciones acuosas, lo que abriría la puerta a nuevas aplicaciones en reciclaje de otros materiales críticos.

¿Qué significa esto para el futuro de la energía?

En un momento en que la demanda de baterías crece a un ritmo acelerado —impulsada por la transición hacia la movilidad eléctrica y el almacenamiento de energías renovables—, encontrar formas más limpias y baratas de recuperar sus componentes se vuelve crucial. Si tecnologías como la desarrollada en Illinois logran escalarse industrialmente, podríamos asistir a un cambio significativo en la forma en que gestionamos los residuos electrónicos.

De forma similar a cómo hoy reciclamos el aluminio casi en su totalidad, gracias a su bajo coste de recuperación y alto valor energético, el litio podría seguir ese camino. Esto no solo haría más accesibles las tecnologías limpias, sino que también protegería ecosistemas que hoy están en riesgo por la minería del litio, como los salares sudamericanos.

El estudio ha sido publicado en la revista ACS Energy Letters y representa una señal clara de que la innovación tecnológica puede ser una aliada poderosa para resolver algunos de los retos más urgentes en materia energética y medioambiental. La clave ahora está en fomentar el desarrollo de estas tecnologías a gran escala y garantizar que lleguen a manos de las industrias que más las necesitan.




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Adolescentes hasta los 32 años: la neurociencia explica por qué el cerebro tarda mucho más de lo que creíamos en madurar

Adolescentes hasta los 32 años: la neurociencia explica por qué el cerebro tarda mucho más de lo que creíamos en madurar

La idea que tenemos sobre la adolescencia ahora mismo es que acaba a los 25 años, siendo esta la edad en la que supuestamente se acaba de 'cocinar' el cerebro para siempre para dar paso a un adulto funcional. Pero la realidad es muy diferentes como apuntan los nuevos estudios, ya que seguiríamos madurando el cerebro hasta al menos los 32 años

De dónde salió la idea actual. Para entender el porqué los científicos apuntaban a los 25 años como la edad en la que acababa la madurez cerebro, hay que irse a los estudios del pasado. En concreto a los estudios de resonancia de los años 90 y principios de los 2000 como el clásico  Nitin Gogtay que mapearon el desarrollo cerebral y descubrieron que la corteza madura de "atrás hacia adelante". 

Esto quiere decir que las áreas sensoriales y motoras se consolidan pronto, pero la corteza prefrontal que está encargada de las funciones ejecutivas, el control de impulsos y la planificación es la última en la fila. El problema es que muchos de aquellos estudios dejaban de seguir a los sujetos al llegar a los 20 o 21 años, puesto que al ver que la curva seguía ascendiendo, se asumió que el "pico" de madurez llegaría poco después, en torno a la mitad de la década de los 20. Pero de lo que pasaba tras esto no teníamos ni una remota idea. Solo suposiciones. 

Una nueva frontera. Para poder dar solución a esta 'ceguera' de la neurociencia se recurrió al análisis de más de 4.000 cerebros mediante técnicas de neuroimagen de conectividad en la Universidad de Cambridge. Lo que vieron fue claramente cinco 'épocas' o hitos en el cableado cerebral a lo largo de toda la vida. 

Difentes puntos de inflexión. Y como si de un juego se tratase nuestra vida, en el cerebro tenemos como cinco pantallas diferentes que comienzan a una edad concreta que actúa como punto de inflexión. Estas edades son: 9, 32, 66 y 83 años. La que nos interesa en este caso es el periodo que va entre los 9 y los 32 años, ya que el cerebro se caracteriza por un incremento continuo de la eficiencia e integración de las redes neuronales. 

Es lo que los autores describen como una 'adolescencia ampliada'. No es que a los 30 años se piense igual que un chico de 15 años, sino que la arquitectura de las conexiones aún no ha llegado a su forma final 'adulta'. Algo que ocurre a los 32 años y se mantiene de manera estable hasta los 66 años, cuando ya comienza a caer la actividad cerebral. 

Para entenderlo mejor. Los investigadores han querido usar un símil para ilustrar este nuevo paradigma. Para ello nos piden que pensemos en nuestro cerebro como la unión de varios "barrios funcionales" que se especializan en tareas concretas como la visión, el lenguaje o la lógica. Todos estos se integran entre sí a través de diferentes autovías que son conexiones de alta velocidad. 

Pues bien, entre los 20 y los 32 años el cerebro está equilibrando estos dos procesos, para que las conexiones entre las diferentes áreas del cerebro estén bien conectadas y organizadas. Y es justamente este patrón típico de la red adulta, donde el cerebro es capaz de integrar información compleja de manera fluida, lo que no aparece hasta pasada la treintena de edad. 

¿Adolescente a los 30? Aquí es donde entra el matiz importante. Que el cerebro siga madurando estructuralmente no significa que debamos redefinir la adolescencia en términos legales o clínicos. Todo esto porque la maduración es un gradiente, no un interruptor de 'ahora soy adolescente y ahora no'. 

Para entender esto, hay que saber que los diferentes elementos del cerebro y las funciones ejecutivas tienen una curva de desarrollo muy diferente. De esta manera, decir que el cerebro madura a los 32 es una simplificación tan útil (o tan errónea) como decir que lo hace a los 25. Lo que la ciencia nos dice realmente es que no hay un "apagón" de desarrollo súbito; seguimos siendo biológicamente plásticos y dinámicos mucho más tiempo del que creíamos.

Una oportunidad para los hábitos. Esta maduración prolongada es una buena noticia para todos nosotros, puesto que si el cerebro sigue 'cableándose' activamente durante los 20, significa que la plasticidad estructural es especialmente dinámica en esta etapa. 

De esta manera, la ciencia lo tiene bastante claro: el ejercicio aeróbico, el aprendizaje de nuevos idiomas o enfrentarse a tareas cognitivamente exigentes durante esta "tercera década" de vida ayuda a mejorar el volumen y la organización de la materia blanca cerebral. Por el contrario, factores como el estrés crónico pueden afectar la integridad de esas conexiones.

En definitiva, un cerebro a los 28 años no es un producto terminado, sino una obra en construcción que está terminando de asfaltar sus mejores autopistas. La próxima vez que alguien te diga que ya deberías tener la vida resuelta porque "ya eres adulto", puedes responderle que, según la Universidad de Cambridge, a tu cerebro aún le quedan un par de años de cocción.

Imágenes | Hal Gatewood Robina Weermeijer

En Xataka | De los 27 a los 36 años el cerebro alcanza su pico de concentración. Y a partir de ahí, malas noticias

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La noticia Adolescentes hasta los 32 años: la neurociencia explica por qué el cerebro tarda mucho más de lo que creíamos en madurar fue publicada originalmente en Xataka por José A. Lizana .



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Hace 2.000 años, Séneca dijo que "no es que tengamos poco tiempo para vivir, sino que no dejamos de desperdiciarlo". La ciencia le da la razón

Hace 2.000 años, Séneca dijo que "no es que tengamos poco tiempo para vivir, sino que no dejamos de desperdiciarlo". La ciencia le da la razón

Hace 20 siglos, un cordobés que había sido cuestor, pretor, senador y cónsul de Roma y tutor de Emperadores se sentó a escribir un pequeño tratado sobre la brevedad de la vida. Ahí fue donde dejó escrito que "no es que tengamos poco tiempo para vivir, sino que desperdiciamos mucho". 

Esa frase ha atravesado décadas y décadas, clavándose en la mente de miles de personas e iluminando sus vidas. 

O, sencillamente, rellenando páginas de internet que hemos aprendido a consumir como si fuera cualquier otro producto de entetenimiento. 

Uno muy popular, por cierto. En los últimos meses, Internet se ha llenado de frases de Séneca. La encabeza este reportaje es una de ellas, pero no la única ("Si quieres hallar la verdadera felicidad, no la busques en lo grande ni en lo nuevo, sino en la serenidad que trae la simplicidad", "no hay viento favorable para quien no sabe adónde va", "no es que tenemos poco tiempo para vivir, sino que desperdiciamos mucho", etc, etc. ). Y es curioso...

¿Tiene sentido volver a tipos de hace 2.000 años para resolver nuestros problemas de hoy en día?

Y sorprendentemente puede ser que sí. Eso es lo que se preguntó hace unos años el profesor de filosofía Christopher Gill, ¿y si todas esas habladurías filosóficas van más allá? "¿hasta qué punto podemos—nosotros, los modernos—reconocer en estos ensayos una respuesta verosímil a la enfermedad mental?", se preguntaba.

Su respuesta, tras estudiar a estoicos y a aristotélicos, es que los textos de Séneca; pero, en general, esos "ensayos filosóficos estaban concebidos para funcionar como un análogo psicológico del régimen médico antiguo". Lo que hoy llamaríamos "gestión del estilo de vida" o "medicina preventiva".  

Y, po eso, más allá de la 'filosofía pop' de los últimos años, sí que es posible encontrar algo de valor en todos esos textos clásicos. 

Algo de valor, aunque no todo. En 1965, cuando entró en la Academia China de Medicina Tradicional, la química Tu Youyou se metió en una larguísima carrera por analizar todos y cada uno de los remedios que la milenaria civilización china había ido seleccionando.

La mayoría de ellos eran pura pseudociencia, claro. Una mezcla de superstición, credulidad y placebo. Sin embargo, escondido entre la superchería, había auténticas joyas. El mejor ejemplo es la artemisinina, un revolucionario tratamiento contra la malaria. Un tratamiento que le valió el Nobel en 2015.

Se vendió como un Nobel a la medicina tradicional, sí; pero en realidad, era un Nobel al lento trabajo de cribado, prueba y descarte de la científica de Ningbo. Eso es lo que habría que hacer con la filosofía práctica de griegos y romanos.

Y, en este caso, parece que Séneca tenía razón. En primer lugar, porque tenemos sesgos sistemáticos que nos empujan a posponer y malgastar tiempo. En segundo lugar porque gran parte del "tiempo perdido" no es ni siquiera algo consciente: es pura "fricción cognitiva" (interrupciones, multitarea, residuos de atención, etc.). Y, por último, porque, según la evidencia disponible, cuando reducimos la falta de tiempo, sube el bienestar. 

Es decir, que no es tanto que nos falte tiempo como que no tenemos una vida "bien vivida". 

¿Cómo encajamos todo esto? Pues muy bien. Porque "todo esto", además, encaja en la idea general no solo el opúsculo de Séneca en el que aparece; sino en el esquema general de la filosofía estoica.

Y es que no está demás recordar que bajo todo el andamiaje naturalista de la filosofía de los viejos estoicos había, sobre todo, una cuestión ética: un imperativo a vivir de acuerdo con la naturaleza (una visión, por cierto, muy racionalista de la naturaleza).

En este sentido, los estoicos solían prestar atención a lo que el ser humano podía o no podía hacer: dado que tienes un control limitado sobre la duración de tu vida, debes centrarte en cómo la vives; nos decían mientras nos invitaban a ordenar nuestra conducta mediante un criterio moral a fuerza de atención y paz de espíritu.  

Imagen | Fabio Comperelli | Museo Del Prado

En Xataka | Qué es el estoicismo, la filosofía griega de hace 2.000 años que hoy se ha vuelto a poner de moda


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Unos investigadores extrajeron fotos y estados de 3.500 millones de usuarios de WhatsApp. Meta no reaccionó hasta que se lo dijeron

Unos investigadores extrajeron fotos y estados de 3.500 millones de usuarios de WhatsApp. Meta no reaccionó hasta que se lo dijeron

Entre diciembre de 2024 y abril de 2025, un equipo de la Universidad de Viena identificó 3.500 millones de números de teléfono activos en WhatsApp (prácticamente toda su base de usuarios) desde un único servidor y sin encontrar demasiadas resistencias técnicas.

Procesaron más de cien millones de números por hora y extrajeron no solo la existencia de las cuentas, sino también claves públicas, fotos de perfil, textos de estado y metadatos de los dispositivos. Lo hicieron sin tener que ocultarse, desde una misma IP universitaria, mismo servidor, cinco cuentas. Durante cuatro meses, nadie en Meta se dio cuenta.

Por qué es importante. No es la primera vez que se demuestra esta vulnerabilidad, pues ya ocurrió en 2012 y 2021, pero sí la primera a esta escala y velocidad. El hallazgo expone una contradicción estructural en WhatsApp:

  1. Su arquitectura debe mostrar si un número está registrado para permitir el descubrimiento de contactos...
  2. ...pero esa necesidad funcional choca con la privacidad de sus usuarios.

Saber quién usa WhatsApp en países donde está prohibida, como China, Birmania o Corea del Norte, puede tener consecuencias graves. Allí detectaron 2,3 millones, 1,6 millones y cinco cuentas respectivamente (no cinco millones, cinco a secas). La investigación, publicada hace unas semanas en NDSS 2026, demuestra que esta grieta no solo persiste, sino que se ha ensanchado.

El contexto. Los investigadores desarrollaron 'libphonegen', una herramienta que reduce el espacio de búsqueda de billones de combinaciones teóricas de posibles números de teléfono móvil a "solo" 63.000 millones de candidatos reales para 245 países. Usando clientes no oficiales de WhatsApp que acceden directamente a la API XMPP, consultaron estos números a razón de 7.000 por segundo. Ni su IP fue bloqueada ni sus cuentas sancionadas.

Meta no dio respuesta hasta que los investigadores reportaron explícitamente el hallazgo en marzo de este año, y las contramedidas no llegaron hasta octubre, hace apenas un par de meses.

Las cifras. El dataset resultante supera en cinco veces el escándalo de scraping de Facebook de 2021:

  • India lidera el documento con 749 millones de usuarios (el 21% del total), seguida de Indonesia y Brasil. En España, 46,5 millones de cuentas.
  • El 81% usa Android.
  • Más de la mitad tiene foto de perfil pública.
  • El 29% tiene el texto de estado visible.

Entre líneas. Los investigadores pudieron inferir el sistema operativo analizando patrones de inicialización de las claves criptográficas.

  • Android inicia ciertos identificadores en cero.
  • iOS lo hace en valores aleatorios.

Este detalle importa porque los usuarios de iPhone son objetivos de mayor valor para los atacantes.

También detectaron que se reutilizan las claves públicas. Encontraron 2,3 millones de claves distintas usadas en 2,9 millones de dispositivos diferentes. En Birmania y Nigeria, decenas de miles de números compartían la misma clave, apuntando o bien a una implementación defectuosa o directamente a un fraude. Incluso hallaron veinte números estadounidenses que usan una clave privada compuesta únicamente por ceros.

En detalle. El método no se limita a confirmar la existencia de las cuentas. Para cada una extrajeron claves públicas, timestamps y el listado de dispositivos vinculados. Esto permite construir perfiles detallados sin acceder al contenido de los mensajes.

  • La antigüedad del dispositivo se puede estimar contando las rotaciones de claves.
  • La "popularidad" de un usuario se infiere por la frecuencia de agotamiento de sus prekeys de un solo uso, que se consumen cada vez que inicia una conversación nueva.

Los investigadores descargaron 77 millones de fotos de perfil del rango +1 (prefijo de Estados Unidos y Canadá) en cuestión de horas. El 66% de ellas contenía rostros reconocibles. También encontraron textos de estado inquietantes, como los de traficantes listando precios, cuentas Business anunciando drogas o correos corporativos de gobiernos y ejércitos visibles públicamente.

Y ahora qué. Meta ha desplegado contadores de cardinalidad probabilísticos para limitar cuántas cuentas únicas puede consultar un usuario sin bloquear el descubrimiento legítimo de contactos. También ha restringido el acceso en bloque a fotos y textos de estado.

Los investigadores confirmaron que las medidas funcionan en pruebas posteriores. Pero ninguna contramedida protege a quienes ya fueron listados durante los meses en que el sistema ha estado abierto de par en par.

La gran pregunta. Durante cuatro meses, desde un servidor universitario sin siquiera ocultar su identidad, saquearon prácticamente toda la base de usuarios de la aplicación más usada del planeta sin que nadie en Meta se diera cuenta hasta que se lo dijeron de forma explícita.

Si estos investigadores han podido hacerlo en esas condiciones, ¿quién más lo hizo antes sin avisar a nadie?

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Imagen destacada | Dimitri Karastelev



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La noticia Unos investigadores extrajeron fotos y estados de 3.500 millones de usuarios de WhatsApp. Meta no reaccionó hasta que se lo dijeron fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .



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Acceder a la mecánica de nuestro coche se ha vuelto cada vez más complicado. A BMW se le ha ocurrido complicarlo todavía más

Acceder a la mecánica de nuestro coche se ha vuelto cada vez más complicado. A BMW se le ha ocurrido complicarlo todavía más

La reparabilidad por cuenta propia de un vehículo es algo que con el paso de los años ha ido empeorando mientras los sistemas se han ido complicando cada vez más. Por ello, no es extraño que múltiples fabricantes hayan optado por diseñar herramientas específicas para acceder a partes sensibles del vehículo. En el caso de BMW, una patente recientemente descubierta por el medio CarBuzz podría complicarle aún más las cosas a aquellos que quieran tener acceso a ciertas partes de su coche. Y es que la patente muestra unos tornillos con cabezales diseñados con forma del logotipo de la marca que requieren herramientas específicas para su manipulación.

De qué va esto. La patente de BMW describe cuatro tipos diferentes de cabezales de tornillo personalizados que replican el emblema circular de la marca, dividido en cuatro cuadrantes. Dos de estas secciones están rebajadas para alojar el destornillador, mientras que las otras dos permanecen planas o elevadas. El diseño de este tipo de tornillos específicos hace que no puedan manipularse con herramientas convencionales como Torx, hexagonales o Phillips, sino que requiere piezas fabricadas específicamente para BMW.

Por qué BMW dice que lo hace. Según explica la propia patente, el objetivo es "evitar que el tornillo pueda aflojarse o apretarse utilizando estructuras de accionamiento comunes, por ejemplo, por personas no autorizadas". La compañía plantea su uso en aplicaciones estructurales y semiestructurales, como los anclajes de los asientos o las uniones entre el habitáculo y la estructura portante de la carrocería. La intención es que estos tornillos se puedan emplear en zonas visibles, ya que si juzgamos a estos tornillos desde un punto de vista estético, lo cierto es que molar, molan.

El problema para talleres y propietarios. Por otro lado, y abordando el problema central detrás de esta decisión, esto convertiría incluso las tareas de mantenimiento más básicas en visitas obligatorias al concesionario oficial o, en el mejor de los casos, obligaría a los talleres independientes a adquirir herramientas exclusivas de BMW. Algo que, por otro lado, no es algo tan extraño si echamos un ojo al historial de muchos de los grupos automovilísticos más grandes.

Tal y como cuenta el medio, trabajar con un sistema de dos puntas y el anillo decorativo ocupando gran parte de la superficie del tornillo aumentaría el riesgo de romper las herramientas, especialmente en aplicaciones que requieren que la fijación sea muy dura.

No es la primera vez. Los fabricantes alemanes tienen una larga tradición de emplear elementos de fijación especializados. Tal y como señala el medio, Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW utilizan habitualmente tornillos triple-cuadrados, Torx de gran tamaño o incluso E-Torx, que obligan a los mecánicos a tener juegos de herramientas específicos.

A contracorriente. Lo curioso de todo es que dicha patente contrasta abiertamente con la dirección que están tomando otros fabricantes. Mercedes-Benz por ejemplo, su principal rival, anunció que trabajaría en rediseñar sus futuros vehículos para facilitar las reparaciones. Un ejemplo de ello es su decisión por sustituir el pegamento por tornillos en los faros para simplificar su sustitución.

Solo un papel, de momento. La patente fue presentada el 7 de junio de 2024 y se hizo pública el 11 de diciembre de 2025. Sin embargo, conviene recordar que los fabricantes registran numerosas patentes que nunca llegan a materializarse en modelos de serie. No hay confirmación de que BMW vaya a implementar realmente este sistema en sus vehículos de producción. Por ahora, se trata únicamente de documentación técnica.

Una tendencia generalizada. Independientemente de si estos tornillos específicos se fabrican o no, la patente no deja de ser un ejemplo más del progresivo alejamiento de los propietarios respecto a la mecánica de sus vehículos. Con la electrificación y una mayor complejidad tecnológica, los conductores dependen cada vez más de talleres especializados para cualquier intervención. También hay que apuntar que muy pocos propietarios arreglan o modifican su coche por cuenta propia. Quizá precisamente por el hecho de que los sistemas cada vez se han vuelto más complicados para acceder.

Imagen de portada | Pablo Martinez

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La noticia Acceder a la mecánica de nuestro coche se ha vuelto cada vez más complicado. A BMW se le ha ocurrido complicarlo todavía más fue publicada originalmente en Xataka por Antonio Vallejo .



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