La educación que proporcionamos a nuestros hijos sólo configura el 10% de su personalidad. La genética aporta el 40% y el entorno el 50%. La religiosidad o la música apenas están condicionadas por la influencia familiar. Las personas que comparten genes son mucho más parecidas que las personas que comparten educación. Por Eduardo Costas y Victoria López Rodas (*).

La diversidad está en la esencia de lo que nos hace humanos: Las personas somos muy diferentes entre sí, no solamente en nuestro aspecto físico, sino también en nuestros rasgos conductuales. Basta un simple vistazo en la calle para comprobar que hay individuos altos y bajos, gordos y flacos, morenos y rubios… Pero también los hay descarados y tímidos, hábiles y torpes, que se les dan bien las matemáticas o que son incapaces de entender una ecuación, que tienen facilidad para los idiomas o que les cuesta mucho hablar otra lengua, que son muy agresivos o extraordinariamente pacíficos…
¿Qué es l...
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
☛ El artículo completo original de Eduardo Costas y Victoria López Rodas. lo puedes ver aquí

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