14 de febrero de 2019

¿Es el ajedrez un juego para humanos?

De pequeño jugaba mucho al ajedrez. Un juego maravilloso. Un juego que admite tantas posibilidades de jugar que han sido muchos años los que han tenido que pasar para que la AI llegue para acabar con los seres humanos en este campo. Y es que con la llegada de las GANs, las propias IA se pueden entrenar a si mimas más allá de dónde había llegado el ser humano.

Figura 1: ¿Es el ajedrez un juego para humanos?

No es difícil de imaginar. Pesad en una IA, a la que llamaremos Chess1, capaz de utilizar todas las partidas de ajedrez conocidas para entrenarse. Eso implicaría entrenar a Chess1 con todo el conocimiento humano generado. Y después, pongamos a jugar a Chess1 con todos los humanos para tener un aprendizaje profundo continuo, hasta que estos, uno a uno, vayan siendo vencidos irremediablemente. En ese caso, Chess1 habría alcanzado su máximo potencial posible dentro de lo que la especie humana pueda enseñarle. No habría nadie que pudiera entrenarle más. Se habría quedado sin maestro.

Figura 2: Proceso de aprendizaje de AlphaZero Chess de las defensas "clásicas"

Y esto era así, hasta hicieron su entrada en escena las técnicas basadas en Generative Adversarial Networks. En este caso Chess1 se convertiría en un maestro para una AI genérica a la que llamaríamos Chess2 que tendría el objetivo único de vencer a Chess1. Y seguiría entrenando Chess1 a Chess2 hasta que este segundo desarrolle una nueva forma de ganar a Chess1, lo que hará que Chess1 aprenda más allá de los límites a los que la mente de los seres humanos fue capaz de entrenarle.

Y esto es lo que está pasando hoy en día. El entrenamiento de las AI lo están haciendo ya las propias AI haciendo que lleguen más allá de donde llegamos nosotros con el entrenamiento clásico. En el caso de AlphaZero, famosa por haber derrotado ya a los campeones de Go, Ajedrez o Shogi. A partir de una AI con valores random, se prueba contra el entrenamiento que ella misma tiene, con lo que podríamos decir que es self-trained.

Figura 3: Self-Traning de AlphaZero para jugar al ajedrez

Y hay poco que hacer para superarla ya, si la dejamos que siga aprendiendo ella sola. Una y otra partida para aprender en un camino inexorable hacia la ¿perfección? Lo cierto es que cuando llegue el momento en que una AI sea capaz de hacer este tipo de entrenamientos para otros juegos, como lo son el mundo de las inversiones, el mundo de la toma de decisiones en negocios, etcétera, será curioso ver cómo actuamos entre nosotros. Pero a pesar de este futuro que puede llegar cualquier día, lo cierto es que jugar al ajedrez contra AlphaZero es una batalla hercúlea y de temerario propósito. No apostaría contra ella cuando juegue una partida de ajedrez conmigo.

¿Es el ajedrez un juego para los humanos?

Sin embargo, tras esta larga introducción que he hecho para adornar este artículo en el que tengo entre las yemas de los dedos, la pregunta que muchos se pueden hacer es si tiene sentido aprender a jugar a un juego en el que no vamos a ser capaces de ganar nunca más. Lejos están ya nuestras posibilidades de triunfar, como cuando como especie podíamos ganar a ese mítico "Ajedrecista".


La verdad es que el ajedrez es un juego precioso, pero más que un juego es una estimulación intelectual y una lección de cómo se puede ganar. Y no es fácil. Yo creo que la magia del libro de "La tabla de Flandes" del gran Arturo Pérez Reverte fue precisamente resolver la partida de ajedrez antes de leer el libro. Me encantó. Y es que aprender a mover las fichas por el tablero enseña muchas cosas.

Figura 5: Posición de las fichas en La tabla de Flandes

La primera de las cosas que aprendí con el ajedrez desde muy pequeño es que la posición de las piezas es importante. Más que las pequeñas puntuaciones que te puede dar comerse una pieza de forma rápida. Comer un peón puede llevarte a perder una posición privilegiada en control que tienes en el tablero.

La posición que alguien tiene en el tablero se defiende por el complejo equilibrio entre posiciones amenazas y protegidas. Cuantas piezas vigilan una posición, cuál sería el intercambio de "golpes" si el enemigo decidirá dar el asalto y atacar ese cuadro defendido por mi peón, que está a la vez vigilado por el alfil, un caballo que cuida la esquina de la retaguardia donde se puede colocar el alfil negro enemigo, o cómo se forzaría el doblaje de un peón con un intercambio de golpes aparentemente positivo para el contrario.

La posición de las piezas es fundamental, y un éxito a corto plazo. Un atajo que nos de Time-To-Market o revenues a corto, puede ser un error garrafal que se lleve la partida. Que haga que el posicionamiento comercial de tu compañía se caiga por su propio peso.

Tras esa lección de vida, que aplico a todo lo que hago, desde definir una estrategia comercial, hasta preparar mi carrera profesional no escatimando tiempo y esfuerzo, el ajedrez me enseñó más cosas que también llevo dentro de mí.

Como segundo punto maravilloso, el ajedrez es un juego en el que solo se gana con reflexión y tiempo. Un combate entre dos buenos jugadores de ajedrez es raro que sea una partida corta. Va a ser una partida en la que se va a crear un complejo entramado de fuerzas en el centro del tablero que va a obligar a la reflexión profunda de cada acción que tomes. Cada movimiento que hagas abre un universo de posibilidades del que no hay vuelta atrás. Si abres ese camino, no puedes volver "jamás" a la posición anterior, así que mejor que no estés entregando nada al enemigo.

Otra cosa que aprendí con este maldito y precioso juego es que "Blancas Ganan" o has jugado mal. Las piezas blancas mueven primero así que tienen ventaja. Si juegas con blancas y tiras un movimiento por "miedo" o por "incapacidad" de elegir una buena estrategia, más vale que dejes de jugar al ajedrez. Si un jugador me pide una partida y dice "Yo prefiero jugar con negras", no lo quiero en mi equipo. La gente que elige negras va a perder siempre con los que juegan bien al ajedrez. Mal.

Y la magia llega al final.

Esto es apasionante. Porque el mundo cambia cuando llegamos a los finales. Complejos acertijos que son como maravillosas trampas mecánicas en las que una pieza dispara el movimiento armónico de otra. Blancas mueven y ganan. Negras mueven y hacen tablas. Las mil y una veces que me he puesto delante de un periódico a intentar resolver esos finales de partida maravillosos.

Hay jugadores que son buenos en los inicios. En la colocación de las piezas en el centro del tablero. En la construcción de todas las murallas defensivas. En la construcción de los amenazantes ejércitos en el terreno de batalla. Y hay otros que tienen magia al final. Que hacen que el movimiento impensado de un peón se convierta en un jaque mate precioso. Y esta es otra lección de vida que me llevé.
Figura 6: Blancas juegan y ganan

Para mí, la primera parte del juego. La apertura de los ejércitos, la colocación de las piezas, el despliegue de las fuerzas, es un ejercicio de paciencia. De trabajo. De fontanería. De hacer lo que se debe hacer. De no precipitarse. Es el momento de no perder la partida. Es el momento de aguantar el fuerte amenazando al máximo al rival para que se tenga que replegar contra el fondo o los laterales del tablero.

Los finales es la zona de ganar. El momento de meter gol. El momento de entrar a fondo haciendo una magia. Un fatality maravilloso. Ahí, hace falta gente especial. Gente con otro perfil. Con glamour, con alma, con brillo en los ojos, con valentía. Cada movimiento es decisivo. Blancas mueven y ganan… o negras hacen tablas. O lo que es peor, y ganan.

Por eso, a pesar de que la AI y sus GANs puedan convertir este juego en un sinfín de posibilidades reducidas a un modelo entrenado con todas las respuestas, las extrapolación de las enseñanzas que se sacan de este juego y su aplicación al resto de los aspectos de la vida en el mundo personal y el mundo de los negocios es algo que para mí sigue siendo algo que por ahora es nuestro.

Figura 7: How about a nice game of chess?

Sacar conocimiento de un juego para aplicar conclusiones en la vida. ¿De qué película me suena esto?

Saludos Malignos!



☛ El artículo completo original de noreply@blogger.com (Chema Alonso) lo puedes ver aquí

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