Las personas que tienen un comportamiento antisocial, como el robo, la agresión, la violencia, el acoso escolar, la mentira o la irresponsabilidad laboral o escolar, tienen un cerebro más pequeño y delgado que les impide desarrollar habilidades sociales.

Las personas que a lo largo de la vida tienen un comportamiento antisocial tienen un cerebro diferente al de las personas integradas socialmente, ha descubierto una investigación desarrollada en el University College de Londres (UCL) y publicada en la revista The Lancet Psychiatry.
La diferencia se refiere por un lado a la extensión del cerebro, que es menor en estas personas: tienen 78 regiones cerebrales menos que las personas socialmente integradas.
Su corteza cerebral, que es la región en la que se procesa la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión, es también más delgada que la de las personas socialmente integradas.
Es decir, las personas que tiene...
La diferencia se refiere por un lado a la extensión del cerebro, que es menor en estas personas: tienen 78 regiones cerebrales menos que las personas socialmente integradas.
Su corteza cerebral, que es la región en la que se procesa la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión, es también más delgada que la de las personas socialmente integradas.
Es decir, las personas que tiene...
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
☛ El artículo completo original de Redacción T21 lo puedes ver aquí.
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