En un titular que parece salido de una película de ciencia ficción, se esconde el nuevo proyecto de Fable.
Se trata de The Simulation, un lugar donde podemos crear personajes de IA y permitirles vivir solos en diferentes mundos del metaverso.
De momento solo han creado una ciudad llamada AI Nouns Town, donde los propietarios de tokens no fungibles (NFT) pueden registrarse y adoptar personajes de IA. Los personajes creados son los que interactúan en el mundo, nosotros, como jugadores, solamente creamos personajes nuevos. Quieren de esta forma que con el tiempo sea todo un metaverso, aunque eso lo decidirán los jugadores.
Nuestro trabajo es entrenarlos y dejarlos sueltos en el mundo, de forma que con el tiempo iremos viendo personajes de inteligencia artificial que se comportan como personas o animales. Es como la película de Free Guy, donde los personajes de la IA vivían en su propio mundo sin saber que eran artificiales.
A diferencia de los chatbots de IA, los personajes que creamos en The Simulation continúan existiendo cuando «apagamos el ordenador». Tienen coherencia, persistencia y memoria, «vidas reales» en un mundo diferente para cada NFT afiliado.
Es posible que con este proyecto se de utilidad a los millones de caracteres NFT que se han creado en los últimos meses, que sean algo más que objetos de colección, todo dentro de fablesimulation.com, donde ya podemos solicitar unirnos al mundo.
Nosotros, como humanos creadores, podemos observar cómo cambian y se desarrollan nuestros personajes, como si estuvieran en una especie de pecera, viendo como producen conversaciones similares a las humanas y planean nuestro fin en secreto.
Aunque el objetivo final es crear un ser virtual verdaderamente inteligente, eso es algo que tardará mucho en conseguirse, pero está claro que debe realizarse algún paso si ese es el objetivo real deseado.
Cuando los personajes tengan cierto nivel de inteligencia, migrarán a un metaverso, donde pueden mezclarse con otros personajes de IA evolucionados.
Un proyecto interesante que pone la piel de gallina, pero interesante, sin duda.
☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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