¿Qué es lo que más te interesa de las aventuras espaciales? ¿Los cohetes, las cápsulas, las naves? Olvídalo, ahora la nueva moda es la gravedad artificial. Jed McCaleb, un desarrollador de software estadoun idense que hizo su fortuna en el desarrollo de blockchain y criptomonedas, ha creado una empresa llamada Vast, que se dedica a la construcción de estaciones espaciales que cuenten con este elemento. Con la reciente adquisición de la pequeña empresa Launcher, McCaleb ha demostrado que está comprometido con la idea.
¿Por qué es importante la gravedad artificial?
Si eres un aficionado de las historias de ciencia ficción, seguramente has leído o visto cómo los viajes espaciales a largo plazo pueden afectar el cuerpo humano debido a la falta de gravedad. Los astronautas que pasan meses o años en el espacio pueden sufrir problemas de salud como la pérdida de masa muscular y ósea, alteraciones del sistema cardiovascular y de la vista, entre otros. La gravedad artificial busca solucionar estos problemas mediante la creación de una fuerza que simule la gravedad terrestre.
¿Por qué no hay más desarrollos en gravedad artificial?
A pesar de que la idea ha sido explorada en la ciencia ficción desde hace décadas, en la realidad se ha avanzado muy poco en este aspecto. La mayor parte de los esfuerzos se han centrado en la creación de cohetes y naves que puedan llegar al espacio de forma más eficiente y económica. Sin embargo, el interés en la colonización y explotación comercial del espacio ha llevado a que empresas como Vast apunten a desarrollar tecnologías que permitan una vida más sana y cómoda en el espacio.
Jed McCaleb, el nuevo interesado en el espacio
A diferencia de los primeros billonarios espaciales como Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson, que se centraron en el lanzamiento de cohetes, McCaleb está interesado en la creación de estaciones espaciales. McCaleb es conocido por haber creado Mt. Gox, el primer gran intercambio de Bitcoin, y se estima que tiene una fortuna de $2.5 mil millones de dólares. McCaleb ha prometido invertir al menos $300 millones en Vast mientras la empresa desarrolla sus estaciones espaciales.
¿Por qué adquirió Launcher?
La semana pasada, Vast anunció la adquisición de Launcher, una pequeña empresa que está desarrollando un motor de cohete y un remolcador orbital llamado Orbiter. Aunque el lanzamiento del remolcador en enero de este año fue fallido debido a un problema con el sistema de antenas GPS, McCaleb se mostró interesado en adquirir la empresa por la tecnología y el personal que podrían aportar a la construcción de las estaciones espaciales.
El futuro de Vast?
Aunque McCaleb no ha dado muchos detalles sobre los planes de Vast, la adquisición de Launcher sugiere que la empresa está en una fase de ingeniería y estudios de viabilidad. La empresa buscará competir por financiamiento con otras empresas que buscan construir estaciones espaciales comerciales en órbita baja de la Tierra, como Axiom Space, Blue Origin, Nanoracks y Northrop Grumman. Una estación con gravedad artificial podría tener atractivo para la NASA, y McCaleb cuenta con más recursos económicos que la mayoría de las otras empresas.
Launcher aportará tecnología y personal altamente calificado a Vast, lo que podría acelerar el desarrollo de las estaciones espaciales. La empresa, que anteriormente se centraba en el lanzamiento de satélites comerciales, ahora se unirá a un equipo que busca revolucionar la forma en que los humanos viven y trabajan en el espacio. El fundador de Launcher, Max Haot, se mostró entusiasmado por la adquisición, ya que le permitirá centrarse en la construcción de cosas en lugar de preocuparse por la recaudación de fondos.
Conclusión
La entrada de Jed McCaleb en el mundo de las estaciones espaciales con gravedad artificial demuestra que hay más formas de abordar los retos del espacio que solo lanzar cohetes. Vast y otras empresas están abriendo nuevos caminos en la exploración y colonización del espacio, y la tecnología de gravedad artificial podría ser un elemento clave para el éxito a largo plazo. Solo el tiempo dirá si la visión de McCaleb y otros empresarios espaciales se hace realidad, pero lo que es seguro es que la aventura espacial nunca ha sido tan emocionante.
☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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