Pero las cosas podrían cambiar pronto. Según Eric Berger de Ars Technica, un físico llamado Baiju Bhatt, quien cofundó la plataforma de trading Robinhood, ha dejado su carrera en finanzas para perseguir su verdadera pasión: el espacio. Y ahora, con su nueva empresa llamada Aetherflux, Bhatt está decidido a que la energía solar desde el espacio sea una realidad, y mucho antes de lo que podríamos imaginar.
El concepto de la energía solar espacial
El principio detrás de la energía solar basada en el espacio es simple en teoría: lanzar satélites con grandes paneles solares a la órbita terrestre, recolectar la energía solar y luego transmitirla a la Tierra mediante microondas o láseres. De este modo, podríamos tener una fuente constante de energía limpia sin importar las condiciones meteorológicas o el ciclo día-noche. Suena genial, ¿verdad?
Sin embargo, llevar esto a la práctica es mucho más complicado. Las agencias espaciales, como la Agencia Espacial Europea (ESA), han investigado este tipo de proyectos durante años. En Europa, un plan para cubrir un tercio de sus necesidades energéticas con energía solar desde el espacio requeriría infraestructura masiva y miles de millones de dólares. Lo más optimista es que este tipo de sistemas no vería la luz hasta mediados de este siglo. Y claro, esto es si todo sale bien, lo cual no está garantizado.
Un enfoque diferente: el plan de Aetherflux
Bhatt y su equipo en Aetherflux tienen un enfoque mucho más modesto y pragmático. En lugar de apuntar a construir enormes satélites en órbita geoestacionaria a 36,000 km de la Tierra, están comenzando en órbita baja, a solo 500 km de altura. La idea es sencilla: lanzar un satélite más pequeño en una misión de SpaceX dentro de 12 a 15 meses, equipado con paneles solares y un láser infrarrojo para transmitir energía a la Tierra.
Este primer satélite solo generará 1 kilovatio de energía, lo suficiente para alimentar un electrodoméstico como un lavavajillas. Pero lo importante es demostrar que el concepto funciona. La energía será recibida por una estación en tierra de unos 10 metros de ancho, que captará la energía desde el satélite durante los pocos minutos que pase por encima de esa área.
¿Es viable este proyecto?
Bhatt está convencido de que su enfoque es diferente y más viable que los intentos anteriores. La clave aquí es empezar de manera escalable. En lugar de intentar de golpe crear una infraestructura masiva, Aetherflux quiere empezar con una demostración pequeña y luego expandir gradualmente su sistema. Su objetivo inicial es suministrar energía a lugares remotos o situaciones de emergencia, como zonas de desastres o bases militares que necesitan energía de forma constante.
De funcionar, esto podría cambiar la forma en que entendemos las energías renovables. En lugar de depender de fuentes intermitentes como la eólica o la solar terrestre, podríamos tener una fuente constante de energía desde el espacio, lo que sería crucial en la transición hacia un mundo descarbonizado.
¿El futuro de la energía?
El proyecto de Aetherflux es emocionante, pero todavía tiene muchos desafíos por delante. La energía solar espacial ha sido hasta ahora un concepto más teórico que práctico. Sin embargo, este tipo de demostraciones a pequeña escala son justamente lo que necesitamos para pasar de la especulación a la realidad. Y aunque el camino es largo, si todo va bien, podríamos estar viendo los primeros pasos hacia un futuro donde la energía solar desde el espacio sea parte de nuestra vida cotidiana.
Este tipo de avances nos lleva a preguntarnos: ¿hasta dónde nos llevará la tecnología espacial? ¿Podríamos, en un futuro no tan lejano, depender de satélites para nuestras necesidades energéticas diarias? De momento, solo el tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que proyectos como el de Aetherflux nos acercan un paso más hacia ese futuro.
☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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