En corto. El Observatorio Europeo del Sur ha emitido un comunicado de prensa donde denuncia que AES Andes presentó un proyecto para un complejo industrial eléctrico masivo. Subsidiaria de la empresa estadounidense AES Corporation, entregó el 24 de diciembre los requerimientos para una evaluación ambiental.
En la denuncia, el ESO ha alegado que la construcción de dicho complejo eléctrico a solo 5 a 11 kilómetros de los telescopios de Paranal, suponen una amenaza a las observaciones astronómicas por la contaminación lumínica. Además, invalidaría su condición del centro astronómico más oscuro y claro de todos los del mundo, como recoge Monthly Notices of the Royal Astronomical Society en 2023.
El riesgo. El problema que subyace de todo esto no es solo el megaproyecto en sí, sino también "las emisiones de polvo durante la construcción, el aumento de la turbulencia atmosférica y, especialmente, la contaminación lumínica", como explica en el comunicado Xavier Barcons, director general de ESO. Además, añade que todo esto afectará de manera "irreparable" las capacidades de observación astronómica.
Hasta ahora el observatorio había atraído inversiones millonarias por parte de los gobiernos de los Estados miembros de ESO. Sin embargo, la construcción afectará a otros proyectos que están en proceso de desarrollo, como el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO. Ubicado en el cerro de Armazones, este telescopio será el más grande del mundo de su tipo y se presenta como "el gran ojo del cielo", pues ofrecerá una panorámica muy diferente de lo que sabemos hasta ahora. También, a cinco kilómetros, aún en fases de desarrollo el Cherenkov Telescope Array (CTAO), el mayor observatorio de rayos gamma del mundo.
El megaproyecto de la discordia. AES Andes ha ingresado a tramitación el Estudio de Impacto Ambiental del megaproyecto INNA, un complejo industrial de más de 3.000 hectáreas. Este incluirá la construcción de un puerto, plantas de producción de hidrógeno, una central de amoniaco verde, tres parques eólicos, tres parques solares, una planta desaladora y un sistema de almacenamiento de baterías. La iniciativa, ubicada en Taltal, región de Antofagasta, que se encuentra en una etapa de desarrollo inicial, está alineada con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile.
Con respecto a la cercanía del Observatorio, el último comunicado de prensa en la página web es sobre que han adquirido la planta fotovoltaica Atacama Solar. Mientras que en la nota de prensa donde describían el proyecto INNA, Luis Sarrás, Vicepresidente de Hidrógeno Verde Internacional de AES afirmaba: "La compañía ha llevado a cabo un dedicado trabajo de relacionamiento comunitario con especial atención en las comunidades changas presentes en la zona, además de otros actores relevantes. Mantendremos este compromiso de trabajo colaborativo mientras avanzamos en la tramitación ambiental de Inna".
Pero, ¿cómo comenzó todo esto? Los astrónomos han detallado a ElDiario.es que la empresa AES Chile informó en el año 2020 sobre la construcción de un "pequeño proyecto" de energía eólica y solar al lado del observatorio. A pesar de que esto no afectaría a la contaminación lumínica, sí podría tener otros problemas, como las turbulencias, pero presentaron el informe y se aprobó. Confirman al medio español que la empresa ha alegado que el lugar reúne las condiciones ideales de viento y radiación solar, pero desde ESO han presentado que la mejor opción es una reubicación.
Reubicación. La representante de ESO en Chile, Itziar de Gregorio, ha considerado la reubicación como un alternativa para que este megaproyecto no ponga en peligro uno de los "tesoros más importantes del mundo". Además, en octubre de 2024, comenzó a regir en Chile una nueva norma lumínica para resguardar lugares cercanos a los observatorios, pero también la salud de personas y animales. La normativa establece límites de luminosidad, horarios máximos de funcionamiento de pantallas publicitarias, además de promover la transición hacia el uso de luz cálida, menos contaminante.
La posible construcción del megaproyecto industrial cerca del VLT pone en riesgo no solo la investigación científica de vanguardia, sino también el patrimonio astronómico global. Con la normativa lumínica en vigor y la posibilidad de reubicar el complejo, aún queda la esperanza de encontrar un equilibrio que proteja tanto el desarrollo industrial como el invaluable trabajo de los astrónomos.
Imagen | ESO/P. Horálek
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La noticia La batalla por el cielo oscuro: cómo un megaproyecto eléctrico en Chile ha comprometido la astronomía fue publicada originalmente en Xataka por Alba Otero .
☞ El artículo completo original de Alba Otero lo puedes ver aquí
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