1 de mayo de 2025

La rotación de la Tierra y su inesperado papel en la aparición del oxígeno

La investigación plantea una conexión directa entre la rotación de la Tierra y el aumento de los niveles de oxígeno en la atmósfera, un evento decisivo que permitió el desarrollo de organismos complejos.

La Luna, un freno natural

El responsable principal de esta ralentización es nuestro satélite natural. La gravedad de la Luna genera una fricción constante con la Tierra, alejándose poco a poco y haciendo que nuestros días se alarguen. Hace unos 1.400 millones de años, un día terrestre duraba solo 18 horas. Hoy, ese tiempo ha crecido a 24 horas gracias a un aumento de apenas 1,8 milisegundos cada siglo.

Este cambio, aunque sutil, pudo haber tenido un impacto decisivo en la vida microscópica del planeta.


El oxígeno y las bacterias dormilonas

El evento conocido como la Gran Oxidación ocurrió hace aproximadamente 2.400 millones de años. Fue en ese momento cuando los niveles de oxígeno en la atmósfera comenzaron a elevarse significativamente gracias a unas pequeñas pero poderosas formas de vida: las cianobacterias.

Estas bacterias tienen la capacidad de realizar fotosíntesis, es decir, convertir la luz solar en energía y liberar oxígeno como subproducto. Pero hay un detalle curioso: las cianobacterias no son precisamente madrugadoras. Investigadores que observaron esteras microbianas en el Lago Hurón (EE. UU.) descubrieron que estas bacterias tardan varias horas desde el amanecer hasta empezar a producir oxígeno de forma significativa.

Como quien necesita un buen café para arrancar el día, las cianobacterias parecen requerir tiempo antes de alcanzar su pleno rendimiento. Si los días fueran demasiado cortos, simplemente no habrían tenido suficiente luz para trabajar eficientemente.


Más horas de sol, más oxígeno

El equipo de investigadores propuso que el alargamiento progresivo del día permitió que las cianobacterias dispusieran de más horas de luz para fotosintetizar, lo que se tradujo en una mayor producción de oxígeno atmosférico. Esta hipótesis no solo ayuda a explicar la Gran Oxidación, sino también otro evento posterior: la Oxigenación Neoproterozoica, ocurrida entre 550 y 800 millones de años atrás.

Según el científico marino Arjun Chennu, aunque podría parecer que dos días de 12 horas equivalen a uno de 24 en términos de exposición solar, la realidad es distinta. La velocidad a la que aparece y desaparece el sol afecta también el ritmo de la fotosíntesis. Un solo ciclo largo permite una fotosíntesis más eficiente que varios ciclos cortos.


Un baile cósmico con consecuencias biológicas

Lo que este estudio destaca es una sincronicidad fascinante entre los procesos celestes y los procesos biológicos. Mientras la Luna se aleja y ralentiza nuestro planeta, las cianobacterias responden produciendo el gas que, siglos después, permitirá la existencia de animales, plantas y humanos.

Esta conexión entre el movimiento de los cuerpos celestes y la química de la vida refuerza la idea de que incluso los cambios más lentos y aparentemente insignificantes pueden desencadenar transformaciones gigantescas a largo plazo. ¿Quién diría que la duración de un día podría ser tan determinante para la evolución de la vida?


Implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre

Este descubrimiento también tiene un alcance que va más allá de la Tierra. Si la duración del día influye en la capacidad de producir oxígeno, los astrónomos podrían tener un nuevo factor que considerar al buscar planetas habitables. La rotación planetaria podría ser tan relevante como la distancia a su estrella o la presencia de agua líquida.

Este estudio abre nuevas preguntas: ¿Habrá mundos con rotaciones tan rápidas que impidan la acumulación de oxígeno? ¿O planetas con rotaciones extremadamente lentas donde la vida tenga condiciones más favorables?


Una mirada diferente al paso del tiempo

La idea de que un proceso tan cotidiano como la duración del día esté ligado al origen del oxígeno es un recordatorio de que muchos de los engranajes de la vida actúan en silencio, sin que los notemos. Cada segundo que se añade al reloj terrestre puede haber sido crucial en la historia evolutiva.

El estudio no solo aporta una pieza más al complejo rompecabezas del origen de la vida, sino que también nos invita a observar con otros ojos esos aspectos del universo que damos por sentados.


La noticia La rotación de la Tierra y su inesperado papel en la aparición del oxígeno fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.


☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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