23 de junio de 2025

Caminar 21 minutos al día: la receta de Harvard para cuidar tu salud sin extenuarse en el gimnasio

Redefiniendo el ejercicio: de necesidad vital a moda moderna

Lieberman explica que lo que hoy llamamos «hacer ejercicio» es un concepto reciente en la historia humana. Nuestros ancestros no salían a correr por placer ni levantaban pesas para estar en forma. Se movían por necesidad: cazar, recolectar, migrar o construir. La actividad física no era opcional, pero tampoco buscaban agotarse más de lo necesario. Conservaban energía porque su supervivencia dependía de ello.

Este instinto de ahorro energético sigue presente en nuestros cuerpos. Por eso, muchas personas sienten que deben luchar contra la pereza para hacer ejercicio. No es falta de fuerza de voluntad: es biología. Estamos programados para evitar el esfuerzo innecesario, no para buscarlo.

El mito del alto rendimiento y sus riesgos

Las redes sociales y la cultura del fitness suelen glorificar la intensidad: rutinas exigentes, abdominales marcados, metas ambiciosas. Pero Lieberman advierte que este enfoque puede ser contraproducente. El sobreentrenamiento no solo genera fatiga, sino que aumenta el riesgo de lesiones y agotamiento mental, especialmente entre jóvenes que persiguen ideales poco realistas.

«Obsesionarse con el rendimiento óptimo está sobrevalorado«, afirma. No se trata de ganar medallas, sino de mantenerse activo de forma que beneficie nuestra salud a largo plazo. En lugar de perseguir estándares inalcanzables, propone centrarse en el funcionamiento del cuerpo y el bienestar general.

Caminar: el ejercicio más natural para el cuerpo humano

Entre todas las formas de moverse, Lieberman destaca una por encima del resto: caminar. Según él, es la actividad física más coherente con nuestra evolución. Los humanos primitivos caminaban varios kilómetros al día no por gusto, sino porque era su medio para sobrevivir.

Hoy en día, caminar sigue siendo una de las formas más saludables y sostenibles de mantenerse activo. No requiere equipamiento especial, es de bajo impacto y se puede integrar en la rutina diaria: ir al trabajo, subir escaleras, pasear durante el almuerzo. Estos movimientos cotidianos están más alineados con nuestra naturaleza que las sesiones extremas de gimnasio.

La fórmula de los 21 minutos al día

Uno de los hallazgos más potentes de Lieberman es que 150 minutos de actividad moderada por semana —es decir, unos 21 minutos al día— pueden reducir el riesgo de muerte prematura en un 30%. Este pequeño hábito puede marcar una gran diferencia.

No se trata de sudar al límite ni de terminar exhaustos. Se trata de moverse con regularidad y placer. Un paseo diario, una caminata ligera o incluso bailar unos minutos pueden tener un impacto positivo si se hacen con constancia. Como dice Lieberman, «los pequeños hábitos tienen grandes recompensas».

Descansar también es salud

Otra idea reconfortante del enfoque de Lieberman es que saltarse una sesión de ejercicio no es fracasar. Si el cuerpo humano no fue diseñado para ejercitarse constantemente, entonces descansar también es natural. Sentir culpa por no ir al gimnasio solo alimenta un ciclo poco saludable.

En lugar de eso, propone un enfoque liberador y sostenible: moverse con frecuencia, pero sin obsesionarse. Escuchar al cuerpo, alternar actividad con descanso, y priorizar el largo plazo sobre los resultados inmediatos.

Hacia una relación más sana con el movimiento

El mensaje de Lieberman puede parecer contraintuitivo en una era de retos fitness, maratones y entrenamiento HIIT. Pero al observar nuestras raíces evolutivas, su propuesta cobra mucho sentido. La clave no está en exigirnos más, sino en adaptar el movimiento a nuestra naturaleza humana.

Caminar a diario, disfrutar del movimiento y evitar extremos puede ser, según la ciencia, una de las decisiones más inteligentes para cuidar cuerpo y mente. No necesitas una suscripción al gimnasio para estar saludable. Solo un par de zapatos cómodos y 21 minutos al día.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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