20 de junio de 2025

Los sonidos de advertencia de los coches eléctricos siguen siendo difíciles de localizar, según un nuevo estudio

¿Qué son los AVAS y por qué son necesarios?

Los vehículos eléctricos e híbridos son mucho más silenciosos que los tradicionales con motor de combustión, especialmente a baja velocidad. Esta característica, aunque positiva en términos de contaminación acústica, representa un desafío para la seguridad vial. Peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables pueden no percatarse de que un coche se aproxima.

Para evitar accidentes, se han establecido normativas en Europa, EE.UU., Japón y China que obligan a estos vehículos a emitir un sonido artificial por debajo de ciertas velocidades (20 km/h en Europa y 30 km/h en EE.UU.). Sin embargo, las leyes solo exigen que el sonido se escuche, sin considerar si es fácil de ubicar en el espacio.

La investigación: cómo percibimos los sonidos de los coches eléctricos

En el estudio de Chalmers, 52 personas participaron en pruebas auditivas en una cámara anecoica, un entorno sin ecos que permite evaluar el sonido con precisión. Se reprodujeron diferentes señales AVAS a través de 24 altavoces colocados en círculo alrededor de los participantes. El objetivo era que identificaran la dirección de origen del sonido.

Se utilizaron tres tipos de señales AVAS:

  • Una de dos tonos,
  • Otra con varios tonos simultáneos,
  • Y una tercera basada en ruido blanco.

También se reprodujeron sonidos típicos de motores de combustión para comparar los resultados.

Resultados: un problema de localización, no de volumen

Los resultados fueron claros: todos los sonidos AVAS fueron más difíciles de localizar que un motor convencional. El más problemático fue el de dos tonos. En escenarios con múltiples vehículos, la mayoría de los participantes no supo cuántos coches estaban presentes ni desde dónde venía cada uno.

Esto se debe a que los motores tradicionales generan sonidos con pulsos cortos y frecuencias variadas, lo que facilita que nuestro cerebro identifique su posición. En cambio, los sonidos AVAS, al ser diseñados en laboratorio y con frecuencias fijas, tienden a mezclarse entre sí cuando hay varios coches con señales similares.

Un ejemplo cotidiano: el aparcamiento del supermercado

Imagina que estás en un aparcamiento con varios coches eléctricos entrando y saliendo. Todos emiten el mismo zumbido AVAS. Es probable que escuches algo, pero sin saber con claridad si el sonido viene de tu izquierda, de tu espalda o de un coche que está justo frente a ti.

Este es el tipo de escenario al que apunta el estudio, y donde se hace evidente la necesidad de mejorar los AVAS no solo para que suenen, sino para que orienten.

¿Qué pueden hacer los fabricantes?

Actualmente, las marcas tienen libertad para diseñar sus propios sonidos AVAS. Esto ha llevado a propuestas muy variadas, desde zumbidos futuristas hasta imitaciones de motores tradicionales. Sin embargo, muchos de estos sonidos se crean en entornos controlados, sin el ruido urbano habitual.

Los investigadores sugieren que se priorice la capacidad de localización, además de la detectabilidad. Incorporar características sonoras direccionales, pulsos rítmicos o variaciones dinámicas de frecuencia podrían hacer los sonidos más intuitivos para el oído humano.

Seguridad y sostenibilidad no deben estar reñidas

La investigación también destaca un punto importante: el silencio de los vehículos eléctricos es beneficioso, pero no puede comprometer la seguridad de quienes caminan o se desplazan en bicicleta. Encontrar un equilibrio entre movilidad sostenible y percepción auditiva efectiva es un reto urgente.

El equipo de Chalmers continuará investigando cómo estas señales afectan al comportamiento de diferentes grupos de personas, con especial atención a personas mayores, niños o con dificultades auditivas.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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