¿Qué es el programa ACO?
El ACO es una iniciativa gestionada por la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial (STMD) de la NASA. Su propósito es sencillo pero potente: permitir que empresas trabajen codo a codo con expertos de la NASA, accediendo a laboratorios, herramientas, software y conocimiento técnico de primer nivel.
A diferencia de otros programas que otorgan fondos, el ACO se basa en colaboraciones no monetarias. La NASA aporta su infraestructura y know-how, mientras que las empresas se encargan de desarrollar y madurar tecnologías que puedan aplicarse en misiones espaciales futuras o incluso comercializarse.
El anuncio general está diseñado para durar cinco años, con apéndices temáticos que se irán publicando cada seis a doce meses según evolucionen las necesidades tecnológicas del sector espacial. La convocatoria actual estará abierta hasta el 24 de septiembre de 2025.
Casos de éxito: tecnología espacial con impacto real
Desde 2015, se han desarrollado cerca de 80 proyectos ACO, muchos de los cuales ya muestran resultados tangibles. A continuación, repasamos algunos ejemplos que ilustran cómo estas colaboraciones han permitido avances significativos:
Sistemas de aterrizaje lunar con Blue Origin
Blue Origin ha colaborado con la NASA para mejorar el diseño de su módulo lunar Blue Moon. Gracias a los recursos del ACO, pudieron probar materiales resistentes a altas temperaturas, sistemas de navegación de aterrizaje y tecnologías de celdas de combustible apiladas para alimentar sus naves.
Este trabajo fue clave para que Blue Origin fuera seleccionado en 2023 como proveedor del Sistema de Aterrizaje Humano para futuras misiones tripuladas a la Luna, dentro del programa Artemis.
Transferencia de fluidos criogénicos con SpaceX
Uno de los desafíos técnicos más complejos es transferir combustible en el espacio. Para solucionarlo, SpaceX trabajó junto a la NASA analizando cómo se podría transferir propulsor entre dos naves Starship en órbita terrestre baja.
Con datos reales de vuelos y simulaciones por computadora, los ingenieros identificaron posibles riesgos y desarrollaron un concepto inicial de operaciones. Esta información fue esencial para el diseño del Starship Human Landing System, el cual transportará astronautas a la superficie lunar.
Navegación autónoma para naves espaciales
La empresa Advanced Space desarrolló un software llamado Cislunar Autonomous Positioning System (CAPS), que permite que una nave determine su ubicación sin depender totalmente de la Tierra. Para probarlo, colaboraron con la NASA usando la misión CAPSTONE, lanzada en 2022.
El satélite CAPSTONE intercambió señales con el Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA, mejorando la precisión del sistema de navegación. Esta tecnología puede ser clave para futuras misiones en la órbita lunar o misiones a Marte.
Láseres para medir forma y temperatura
La compañía Sensuron desarrolló un sistema de sensores ópticos de fibra capaz de medir simultáneamente la forma y la temperatura de distintos componentes. NASA aportó sus conocimientos para validar el diseño, construir un prototipo y realizar pruebas rigurosas de vibración y calor.
Esta tecnología puede usarse en misiones espaciales para monitorear niveles de propulsor o la integridad estructural de tanques de combustible. También ha encontrado aplicaciones en medicina, derivando en la creación de una empresa derivada: The Shape Sensing Company.
Neumáticos flexibles para la Luna
Moverse por la superficie lunar es todo un reto, y requiere ruedas resistentes pero adaptables. En 2023, Venturi Astrolab inició pruebas con NASA para su diseño de neumáticos hiper-deformables. Se sometieron a evaluaciones de tracción, durabilidad y transferencia de calor en condiciones similares a las del suelo lunar.
Los resultados sirvieron para optimizar los prototipos, y en 2024, la empresa fue seleccionada por NASA como parte de los proveedores que desarrollarán el vehículo de exploración lunar tripulado.
Por qué este modelo de colaboración importa
El modelo ACO no solo acelera el desarrollo tecnológico, sino que también democratiza el acceso al espacio. Para empresas emergentes, acceder a herramientas y conocimientos que solo NASA puede ofrecer puede marcar la diferencia entre una idea prometedora y una tecnología lista para el lanzamiento.
Es como si una pequeña empresa de automóviles pudiera usar las pistas de pruebas y simuladores de una compañía de Fórmula 1: el salto cualitativo en desarrollo sería inmediato.
¿Cómo participar?
Las empresas interesadas pueden enviar sus propuestas hasta el 24 de septiembre de 2025. NASA también ofrecerá un seminario informativo el 6 de agosto a las 2 p.m. EDT, donde responderá preguntas y explicará los detalles del apéndice vigente.
Más información y detalles técnicos están disponibles en el portal oficial: techport.nasa.gov
☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí
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