El cañón electromagnético.
Esta reconfiguración se manifestará en cuatro dimensiones: el mencionado aumento del gasto militar, la reestructuración de las Fuerzas de Autodefensa, una flexibilización de las restricciones a la exportación de armamento y la expansión de las capacidades ofensivas de largo alcance. Ahí es donde entra en juego el cañón de riel.
Cañón electromagnético. Al igual que el de pólvora, dispara un proyectil que gana velocidad al pasar por un cañón. Sin embargo, utiliza electricidad en lugar de pólvora. Dos rieles metálicos forman un circuito que, al cerrarse con el proyectil, genera un intenso campo magnético. Esto produce una fuerza bestial que impulsa el proyectil a una gran velocidad, permitiendo disparos hipersónicos, precisos y de largo alcance. Esta velocidad permitiría que viajara din desviarse incluso en las condiciones climáticas más desfavorables.
Requiere cuatro enormes contenedores de energía para alimentar el arma y los proyectiles utilizados fueron pequeños misiles de unos 320 gramos, estabilizados mediante aletas y sin cabeza explosiva. No hace falta la explosión: al alcanzar esos 2.300 metros por segundo, la energía cinética es comparable a la de un coche de 1.000 kilos chocando contra algo a 140 km/h.
Éxito. Durante las mismas, el sistema alcanzó un récord al disparar proyectiles a una velocidad de 2.300 metros por segundo. Se trata de una velocidad Mach 6-7, pero además, también llevaron al límite la vida útil del cañón. La estimación era de unos 120 disparos, ya que era lo establecido en anteriores fases de la investigación, pero consiguieron realizar más de 200 disparos sin que el sistema presentara fallos.
ATLA había realizado pruebas en mar abierto antes, pero nunca contra un objetivo real. Y aunque ya habían comentado que las pruebas fueron un éxito, ahora han compartido fotografías en las que se pueden ver los orificios que dejan estos proyectiles. El barco objetivo estaba en movimiento, pero debido a la enorme velocidad y estabilidad de los proyectiles gracias a la descomunal potencia del sistema, los orificios de entrada permiten ver de forma casi perfecta la “cruz” que deja el proyectil atravesando el casco.
Desafíos. Ahora bien, entender cómo funciona un cañón de riel es fácil, pero ejecutarlo es extremadamente complejo. Es un desafío técnico bestial debido a varios factores:

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