15 de diciembre de 2025

¿Ya camina entre nosotros la primera persona que pisará Marte?


Elon Musk lleva años prometiendo que llegaremos a Marte «pronto». En 2016 decía que en 2024 tendríamos humanos allí. Luego fue 2026. Después 2029. En mayo de 2025 declaró que había un 50% de probabilidades de enviar una Starship sin tripulación a finales de 2026, aunque días antes su noveno vuelo de prueba acabó desintegrándose en el espacio. La NASA, más conservadora, apunta a finales de la década de 2030 o principios de 2040. Y China, que llegó tarde a la carrera espacial pero con ambiciones enormes, anunció en 2021 sus planes de enviar la primera misión tripulada en 2033, con vuelos regulares en 2035, 2037 y 2041.

Números, promesas y más números. Pero detrás de todos estos calendarios hay una pregunta fascinante que casi nadie se atreve a responder con claridad: ¿la primera persona que caminará sobre el suelo marciano ya está viva? ¿Es alguien que hoy está terminando la universidad, o tal vez un niño que aún va al colegio? ¿O todavía no ha nacido?

La respuesta depende de si creemos en los optimistas o en los pesimistas. Y aquí es donde la cosa se pone interesante, porque los optimistas más extremos (léase: Elon Musk) y los pesimistas más prudentes (léase: prácticamente cualquier ingeniero aeroespacial que trabaje en el problema) viven en universos paralelos.

Tomemos el escenario más optimista. SpaceX planea misiones no tripuladas a partir de 2026, y si funcionan, tripuladas «dentro de unos cuatro años», lo que nos llevaría a 2030 o 2031. Gwynne Shotwell, presidenta de SpaceX, declaró que creía que habría gente en Marte «en esta década», refiriéndose a los años 2020. Si esto fuera cierto, el primer humano en Marte podría ser hoy alguien de entre 30 y 45 años, probablemente ya formado como piloto de pruebas o ingeniero aeroespacial. Alguien que en este momento está trabajando en el programa espacial o preparándose para ello.

Pero hay un problema gigante con este escenario: la tecnología simplemente no está lista. Un análisis independiente publicado en 2024 concluyó que validar y demostrar la producción de propelente y el sistema de entrada, descenso y aterrizaje requeriría al menos diez años, y más probablemente veinte. No hablamos solo de hacer volar un cohete grande. Hablamos de producir 2.400 toneladas de metano y oxígeno criogénicos en Marte para el viaje de vuelta. De desarrollar un sistema de aterrizaje capaz de posar suavemente 200 toneladas en la superficie. De crear hábitats que protejan a los astronautas de la radiación durante meses. De probar todo esto múltiples veces antes de arriesgar vidas humanas.

SpaceX ha demostrado ser capaz de cosas impresionantes. Han revolucionado la industria con cohetes reutilizables. Pero una cosa es lanzar satélites a órbita terrestre y otra muy distinta es mantener humanos vivos en un viaje de ida y vuelta a otro planeta. Incluso con trayectorias optimizadas que reducen el viaje a 90 días, los astronautas estarían expuestos a niveles de radiación en el límite de lo que la NASA considera seguro para toda una carrera.

Pasemos al plan de la NASA, que siempre ha sido más conservadora. Su objetivo oficial son finales de la década de 2030 o principios de 2040. Esto encajaría con alguien que hoy tiene entre 10 y 25 años. Tal vez está estudiando ingeniería en este momento, o incluso está en secundaria soñando con las estrellas. La agencia espacial estadounidense está construyendo su estrategia paso a paso: primero el programa Artemis para volver a la Luna, luego usar esa experiencia para dar el salto a Marte. Es un enfoque sensato, pero también muy lento, y muy dependiente de presupuestos que cambian con cada administración política.

Y luego está China. Su calendario oficial marca 2033 como fecha de la primera misión tripulada, con vuelos regulares cada dos años después de eso. Wang Xiaojun, responsable del programa, ha explicado que primero enviarán robots para estudiar posibles emplazamientos y construir infraestructura para extraer recursos. Es un plan ambicioso que, de cumplirse, significaría que el primer humano en Marte tiene hoy entre 20 y 35 años y probablemente ya está en el programa espacial chino.

¿Es realista el plan chino? La verdad es que China ha demostrado una capacidad impresionante para cumplir sus cronogramas espaciales en la última década. Aterrizaron un rover en Marte en 2021. Construyeron su propia estación espacial. Trajeron muestras del lado oculto de la Luna. Pero también es cierto que enfrentan exactamente los mismos desafíos tecnológicos que la NASA, y su nivel de preparación no es mayor. Decir que llegarás en 2033 es fácil. Tener lista la tecnología para hacerlo de forma segura es otra historia completamente distinta.

Existe otro factor crucial que casi nunca se menciona en estas discusiones: la edad física y psicológica ideal de los astronautas. Los viajes a Marte no son como los viajes a la Luna. Estamos hablando de misiones de dos o tres años. Meses de viaje en cada dirección, tiempo en la superficie, más el viaje de vuelta. La exposición a radiación es brutal. La pérdida de masa muscular y densidad ósea en gravedad reducida es un problema serio. Los efectos psicológicos del aislamiento son devastadores. Por todo esto, probablemente querrás astronautas en la treintena o cuarenta y pico: lo suficientemente jóvenes para estar en forma física, lo suficientemente maduros para manejar el estrés psicológico de la misión.

Si aplicamos este criterio al escenario más optimista (primera misión tripulada en 2030-2033), esa persona tendría que nacer entre 1985 y 2003. Está definitivamente viva hoy, tiene entre 22 y 40 años, y con toda probabilidad ya está involucrada en programas espaciales o tiene el tipo de formación técnica que la haría candidata. En el escenario intermedio (2035-2040), estaríamos hablando de alguien nacido entre 1990 y 2010, que hoy tiene entre 15 y 35 años. Podría estar terminando la universidad o incluso aún en el instituto.

Y en el escenario más pesimista, donde las dificultades técnicas y los recortes presupuestarios retrasan todo hasta 2045 o incluso 2050, entonces estamos hablando de alguien que hoy podría tener menos de 10 años, o incluso no haber nacido todavía.

Personalmente, después de analizar todos los datos disponibles, me inclino por un escenario intermedio-pesimista. La primera persona en pisar Marte lo hará probablemente entre 2038 y 2045. Esa persona hoy tiene entre 8 y 30 años. No es un bebé, pero tampoco está necesariamente ya formada como astronauta. Podría ser alguien que en este momento está en la escuela secundaria, fascinada por los videos de despegues de SpaceX, sin saber que algún día será él o ella quien dé ese pequeño paso para una persona pero gigantesco para la humanidad en otro planeta.

Esa persona que pasará a la historia, posiblemente ya camina entre nosotros. Está viva en este momento. Tal vez está estudiando, tal vez trabajando en su primer empleo, tal vez incluso leyendo esto. Pero probablemente aún no sabe que será ella. Y honestamente, dados todos los obstáculos técnicos, políticos y financieros que quedan por superar, quizás sea mejor así. El camino a Marte es largo, y las promesas de fechas cercanas han demostrado ser consistentemente demasiado optimistas. Pero que tarde más de lo prometido no significa que no vaya a suceder. Solo significa que, como casi todo en la exploración espacial, será más difícil y tardará más de lo que nos gustaría admitir.



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