22 de mayo de 2013

¿Cómo afectará a nuestra privacidad la Internet de las Cosas?

URL: 
http://www.guardian.co.uk/technology/2013/may/16/internet-of-things-privacy-google

Bruce Schneier, criptógrafo y experto en seguridad, ha publicado un artículo en The Guardian preguntándose cómo afectará la Internet de las cosas a nuestra privacidad y planteando un oscuro futuro en relación a la vigilancia y el control. Ya sabemos que las empresas de software como Facebook o Google tienen muchísima información sobre nosotros, pero esto aún es sólo código. Cuando Internet tenga “oídos y ojos”, gracias a tecnologías como Google Glass, el tema de la vigilancia y la privacidad pueden alcanzar un nuevo nivel de complejidad.
Schneier señala algunas cosas en su entrada que vale la pena tener en consideración. Parte señalando que:
“Mantener algo de privacidad frente a estas poderosas entidades es básicamente imposible, y cualquier ilusión de privacidad que mantenemos se basa en la ignorancia o en la falta de voluntad para aceptar lo que realmente está pasando...
Pronto todo lo que hagamos, tanto online como offline, será registrado y almacenado para siempre. La única pregunta que queda es ¿quién va a tener acceso a toda esta información y bajo qué reglas?”
Porque la idea aquí no es evitar que se desarrollen nuevas tecnologías en virtud de la defensa de la privacidad, sino que se trata de definir con claridad quienes pueden acceder y controlar la información que estas generarán. Mientras se trate de empresas multinacionales, el tema será siempre complejo.
En relación a este oscuro futuro que mencionaba con anterioridad, este el panorama que nos pinta en relación a la vigilancia:
“A más largo plazo, el Internet de las cosas significa la vigilancia omnipresente. Si un objeto "sabe" que lo has comprado, y se comunica a través de Wi-Fi o la red móvil, entonces quienquiera o lo que sea que se está comunicando con él sabrán dónde te encuentras. Tu automóvil sabrá quién está en él, quién está conduciendo, y qué leyes de tránsito ese conductor está siguiendo o ignorando. No hay necesidad de mostrar yu identificación, tu identidad será ya conocida. Los empleados de las tiendas podrían saber tu nombre, dirección, y el nivel de ingreso tan pronto como entres por la puerta. Las publicidades se adaptarán para ti y grabarán cómo respondes a ellas. Los restaurantes de comida rápida sabrán lo que normalmente ordenas, y exactamente cómo tentarte a pedir más. Muchas empresas sabrán con quien pasas tus días &emdash; y tus noches. Facebook estará informado sobre cualquier nuevo estado en tu relación antes de que te molestes en cambiar tu perfil. Y toda esta información será guardada, correlacionada, y estudiada. Incluso ahora, se siente muy parecido a la ciencia ficción.”
Este tema adquiere gran relevancia porque solo estas empresas cuentan con los softwares y datos necesarios para realizar estas búsquedas y cruces de información.
Y, finalmente, lo más complicado es que no basta con asegurarse de tener bien configuradas nuestras opciones de privacidad, porque:
“Pensarías que tu configuración de privacidad evitaría que cualquier extraño supiera todo esto sobre ti, pero solo mantiene a raya a extraños que no han pagado por el privilegio de obtener tus datos, o no trabajan para una parte del gobierno que tenga la habilidad de exigirlos. El poder es lo que importa aquí: podrás evitar que quienes no tienen poder invadan tu privacidad, pero no tendrás la habilidad de prevenir que los poderosos lo hagan una y otra vez”.
Podemos ver con claridad este último punto con el caso de la cuenta de Twitter que se reía de los Luksic, donde la policía chilena tuvo acceso a los datos que hicieron posible identificar al autor de esa cuenta.
Las implicancias de Internet en nuestra vida privada están recién notándose, y mientras más conectadas estén las cosas en nuestro alrededor, más difícil será mantenernos escondidos de quienes quieran encontrarnos.


☛ El artículo completo original de Pablo Carcamo lo puedes ver aquí

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