Nokia y la Universidad de Southampton han realizado un singular experimento en el que han cargado la batería de un Lumia 925 aprovechando el ruido electromagnético generado por un arco eléctrico de 200.000 voltios.
Las baterías son uno de los elementos clave cuando hablamos de movilidad. Por muy potente que sea un dispositivo, o por muchas prestaciones que nos ofrezca, si la autonomía que nos ofrece es reducida, la valoración general no será buena. Son muchos los fabricantes que trabajan en el desarrollo de nuevas baterías y, por supuesto, también es una línea de trabajo que se aborda en Universidades y otros centros de investigación pero, además, también se trabaja en la búsqueda de nuevas fórmulas de recargar nuestros dispositivos. En este sentido, Nokia y la Universidad de Southampton se embarcaron en el desarrollo de un experimento bastante singular: cargar un smartphone mediante un arco eléctrico.
Un arco voltaico (o un arco eléctrico) es una descarga eléctrica que se produce entre dos electrodos sometidos a una diferencia de potencial, separados entre sí y en unas condiciones ambientales específicas. Este arco eléctrico, que se utiliza en la soldadura, generaba un ruido electromagnético al que nunca se le había visto mucha utilidad; sin embargo, Nokia y la Universidad de Southampton vieron ahí la posibilidad de cargar un dispositivo móvil.
Estando Nokia implicada en el experimento, el smartphone elegido fue un Lumia 925 y, con este dispositivo, el equipo del proyecto se fue a visitar el Laboratorio de Alta Tensión de la Universidad. ¿La idea? Ver si el campo electromagnético generado alrededor de un arco voltaico podía alimentar un circuito que, a su vez, cargase la batería del Lumia 925. Con esa idea, el equipo de trabajo generó un arco voltaico con una diferencia de potencial de 200.000 voltios entre dos electrodos situados, entre sí, a una distancia de 30 centímetros.
¿El resultado? El dispositivo desarrollado por Nokia reaccionó al ruido electromagnético generado, procesó dicha señal y cargó la batería del smartphone. Evidentemente, el experimento es bastante complejo y estamos hablando de 200.000 voltios pero, aún así, es interesante punto de partida para explorar las posibilidades de la carga de dispositivos mediante campos electromagnéticos que se propagan por el aire.
Visto con esta perspectiva, estos dispositivos auxiliares, en los que trabaja Nokia, podrían ofrecernos la posibilidad de cargar nuestro móvil mientras vamos andando por la calle o, simplemente, poniéndolo cerca de una fuente de ruido electromagnético (y, aunque no nos demos cuenta, hay muchas a nuestro alrededor).
Un futuro, sin duda, muy interesante que nos abre la puerta a una nueva generación de cargadores y dispositivos que mantendrán la autonomía de nuestros dispositivos móviles.
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