Un par de años atrás, nos enteramos de las intenciones de una compañía privada llamada LiftPort por construir un ascensor hacia la Luna. Así, literalmente, la idea era comenzar una estructura en la Tierra cuyo destino fuese nuestro satélite natural. Se reunieron fondos a través de la platafoma Kickstarter y los planes consideraban sólo una etapa inicial de 2 kilómetros de altura.
Pero ya ha pasado el tiempo y el proyecto de LiftPort ha madurado saludablemente. Porque el sistema para elevarse a la Luna ya ha sido aclarado: a grandes rasgos, la idea es tensar una cuerda desde la superficie de la Tierra hacia la Luna, siendo el mayor problema técnico alcanzar los 384.000 kilómetros de distancia entre ambos cuerpos. Y para solucionar el tema de la órbita lunar, LiftPort pretende aprovecharse de uno de los puntos de Lagrange entre nuestro planeta y la Luna para realizar allí una escala, considerando que dichos puntos ofrecen un equilibrio gravitacional donde un objeto puede mantenerse estacionario, pese a las órbitas.
Michael Laine, presidente de LiftPort, se muestra optimista sobre el proyecto y asegura que el ascensor a la Luna ya puede ser construido hoy en día, para lo cual necesitaría de una década y un presupuesto de USD$800 millones, lo que resulta ser bastante económico considerando lo ambicioso de la idea.
Sin embargo, en la compañía se tomarán las cosas con calma. Es por eso que durante el próximo par de años llevarán a cabo una serie de experimentos a menor altura y utilizando robots como tripulantes de las naves, a conciencia de que nada puede salir mal en el viaje inaugural. Y seguirán reuniendo fondos a través de plataformas como Kickstarter a medida que vayan requiriendo, por lo que de concretarse, este proyecto espacial será el primero en contar con la colaboración de todo el planeta.
☛ El artículo completo original de Juan Pablo Oyanedel lo puedes ver aquí
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