Trump acaba de firmar hoy el polémico proyecto de ley FOSTA / SESTA, que persigue a los sitios que facilitan la prostitución. La decisión ha abierto varios debates, en principio sobre la legitimidad de la prostitución como tal, y sobre la eventual censura a internet.
SESTA (Stop Enabling Sex Traffickers Act), por su parte busca detener la trata sexual de personas. En tanto, FOSTA (Fight Online Sex Trafficking Act), es la arista digital, que promueve la detención del tráfico sexual en internet. Aunque existe consenso sobre lo reprobable y condenable que es la trata de personas, en cualquier de sus formas, se ha abierto una polémica por ciertas generalizaciones de la ley.
Los aspectos de la ley apuntan a tomar medidas enérgicas contra el tráfico sexual, pero según lo mencionado por detractores, apenas distingue entre tráfico y trabajo sexual consensuado. Tal como menciona Ars Technica, las trabajadoras sexuales a menudo usan sitios web para detectar clientes y evitar situaciones peligrosas.
De esta forma, con el nuevo proyecto, se cerrarán sitios que sirven de plataforma voluntaria para ejercer la prostitución. La Casa Blanca dijo que la acción "convierte en delito federal poseer, administrar u operar un sitio web con la intención de promover o facilitar la prostitución". "Este es un día muy importante. Si trabajamos juntos, podemos sacar a los traficantes de nuestras calles y fuera de Internet", dijo Trump durante la firma.
Dentro de las penas, se menciona que los responsables de sitios webs con estas características podrían enfrentar hasta 25 años de cárcel. "La Sección 230 de la 'Ley de Decencia en las Comunicaciones' de 1996, otorga a los operadores de sitios web una amplia inmunidad para alojar contenido de terceros. En tanto, la nueva ley elimina esa inmunidad para el contenido que promueve o facilita la prostitución", explica Ars Technica.
Sin puntos de encuentro
En medio de la decisión de Trump, el debate sobre la legitimidad de la prostitución, se ha vuelto más fuerte que nunca. Por ejemplo, el sitio nolittlegirl.com menciona:
La prostitución siempre daña a las mujeres. La compra y venta legalizada de mujeres es, de hecho, la promoción y el aprovechamiento de la pobreza de las mujeres, el abuso sexual infantil y la explotación sexual. Donde exista la prostitución legal, la prostitución ilegal en las cercanías aumenta.
Sin embargo, quienes ejercen el comercio sexual, se defienden diciendo que es una opción que puede ser voluntaria, y que internet proporciona un marco de relativa seguridad. La escort Alice Little es una de ellas, y ha dicho al mismo medio:
Hasta hace poco, las trabajadoras sexuales legales como yo nunca tuvimos nada que temer, ya que estábamos siguiendo la ley; ahora, las trabajadoras sexuales en su conjunto están siendo atacadas.
El debate no es solo de Estados Unidos. En Latinoamérica, sin ir más lejos, existen grupos que reivindican la regulación del comercio sexual; la argentina Georgina Orellano es una de las referentes. No obstante, también existen corrientes feministas que rechazan tajantemente la actividad.
☛ El artículo completo original de César Muñoz lo puedes ver aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario