14 de septiembre de 2018

Más allá de Álex Smith: vigilancia estatal y el rol de la prensa

Operación Huracán no fue solo un ejercicio de investigación criminal, sino también una acción de estrategia comunicativa: Las cámaras del noticiero de Canal 13 capturaron el allanamiento y la detención de los comuneros mapuche, y -al igual que EMOL– reprodujeron los mensajes supuestamente interceptados por la Carabineros. Los mismos que hoy se asumen como falsos y que tienen a el ex director de inteligencia, General (R) Gonzalo Blu, el Capitán (R) Leonardo Osses, segundo al mando de la UIOE de La Araucanía, y Álex Smith, desvinculados de la institución, formalizados criminalmente y con detención preventiva, mientras se investiga el caso.

Ante un caso que solamente planteaba interrogantes, el desempeño de la prensa fue aquí cuestionado por limitarse a transmitir la información oficial y no plantear las preguntas necesarias. Pero luego vino el vuelco, y a medida que la tesis del montaje agarró fuerza, el trabajo periodístico en torno al caso empezó revelar información sumamente interesante. En ese sentido, la labor que han realizado medios como Ciper y La Tercera ha sido importante, permitiéndonos echar un vistazo a un territorio usualmente opaco, como es el de la vigilancia estatal.

En se sentido, llama la atención, por ejemplo, que la acusación realizada por el periodista de Ciper Nicolás Sepulveda, sobre una extensa operación de escuchas telefónicas montada por la UIOE de La Araucanía no haya causado más revuelo e indignación. Pareciera ser que la gran discusión girara en a los softwares que podrían o no haber existido y su posible creador, Álex Smith.

Y como periodista, lo entiendo: Smith es un personaje excéntrico y carismático, sus fallidos intentos por demostrar su supuesta invención son divertidos y la historia de un ingeniero agrónomo que terminó involucrado en uno de los mayores escándalos para Carabineros en el último tiempo es, en efecto, atractiva. Sin embargo, la existencia (o no) de Antorcha no es la parte más relevante de este relato, del mismo modo en que Smith no es tampoco el principal responsable.

Lo verdaderamente importante acá es precisamente lo poco que sabemos respecto a los modos en que opera la vigilancia estatal, cubierta por un espeso manto de secretismo y nulas posibilidades de fiscalización externa. La Operación Huracán es el resultado no solamente de funcionarios inescrupulosos, sino de todo un sistema que les permitió actuar.

Generar mecanismos de control y transparencia es crucial. Y ahí, la prensa tiene un rol importantísimo que jugar, investigando, cuestionando, incomodando. Es de esperar que el impulso que ha tomado el tema a propósito de la Operación Huracán no muera una vez que se defina el destino de Álex Smith.




☛ El artículo completo original de Vladimir Garay lo puedes ver aquí

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