La complejidad de nuestro cerebro tiene su lado oscuro: nos hace más vulnerables que otros primates a la hora de interpretar el mundo, y proclives por ello a trastornos como la ansiedad, el estrés postraumático, la depresión o el autismo.
Una nueva investigación desarrollada en el Instituto de Ciencia Weizmann sugiere que nuestros cerebros han evolucionado para tener una complejidad impresionante, pero que eso los hace más vulnerables a trastornos como la ansiedad, el estrés postraumático, la depresión o el autismo.
Lo han descubierto comparando la eficiencia del código neural entre humanos y macacos en diferentes regiones cerebrales de ambas especies. Hasta ahora se ha pensado que la diferencia principal que separa a humanos de los macacos en capacidad cognitiva, aprendizaje y adaptación, viene marcada por anatomías cerebrales diferentes en la amígdala y el giro cingulado.
Esta investigación ha ido más lejos para establecer que la brecha funciona...
Lo han descubierto comparando la eficiencia del código neural entre humanos y macacos en diferentes regiones cerebrales de ambas especies. Hasta ahora se ha pensado que la diferencia principal que separa a humanos de los macacos en capacidad cognitiva, aprendizaje y adaptación, viene marcada por anatomías cerebrales diferentes en la amígdala y el giro cingulado.
Esta investigación ha ido más lejos para establecer que la brecha funciona...
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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