La siesta al mediodía está relacionada con la disminución del nivel de la presión arterial. Esta reducción ha sido comparada con la que producen los cambios en la alimentación, el ejercicio físico y algunos medicamentos antihipertensivos.
Una reciente investigación ha revelado que las personas que duermen la siesta al mediodía son más propensas a que su nivel de presión arterial descienda, en comparación con aquellos que prescinden de ese descanso.
El estudio, que será presentado en la 68ª Sesión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC), apunta a que las siestas pueden tener más efectos que reiniciar nuestro nivel de energía o mejorar nuestro estado de ánimo. De hecho, sitúa sus efectos al mismo nivel que otros hábitos relacionados con el cuidado de la hipertensión y que alguno...
☛ El artículo completo original de Eva Reneses lo puedes ver aquí
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