Con el lanzamiento de la nueva generación de smartphones este 2020 surgió un punto de incertidumbre e incomodidad para muchos: reparar los nuevos dispositivos en otro sitio que no sea un servicio técnico oficial autorizado lucía casi imposible.
Estas medidas ponían en riesgo la integridad y funcionamiento del dispositivo por la intención de arreglar sólo uno de sus componentes por mano propia o con algún técnico de costos accesibles.
iPhone 12: su cámara sería difícil de reparar sin servicio oficial de Apple
Parece que Apple puso un candado para bloquear el módulo de cámara del iPhone 12 si lo arregla alguien que no sea un técnico autorizado.
La medida para muchos era una estrategia restrictiva y fue era sólo cuestión de tiempo para que el gobierno evaluase los límites de esto.
Hoy el Parlamento Europeo ha hablado, aprobando nuestro derecho a reparar lo que adquirimos.
Los consumidores tienen la decisión final sobre sus dispositivos
Con 395 votos a favor, 94 en contra y 207 abstenciones la Unión Europea ha aprobado la instauración del denominado “derecho a reparar” de los consumidores.
Se trata básicamente de un proyecto de Ley que velará por regular el terreno de juego actual, combatiendo las medidas restrictivas de reparación de dispositivos y la obsolescencia programada que comenzó a predominar en la industria.
Sabemos que los smartphones y otros gadgets tienen una vida útil determinada. Pero pareciera que esta cada vez es menor y arreglarlos en algunos casos puede ser casi tan costoso como comprar otro producto nuevo.
Pero ahora esta ley obligará a los fabricantes a que los procesos de reparación sean más libres, fáciles, fluidos y a libre albedrío del dueño del dispositivo. A la par que las marcas deberán ofrecer más información sobre la posibilidad de reparación de cada producto.
Todo mediante “un etiquetado obligatorio para proporcionar información clara, inmediatamente visible y fácil de entender a los consumidores sobre la vida útil estimada y la capacidad de reparación de un producto en el momento de la compra”.
Esto quiere decir que desde el momento mismo de la adquisición del producto el propietario podrá conocer con certeza cuál es su margen de movimiento.
Tal medida ayudaría a evitar sorpresas desagradables sobre limitantes o costos al momento de visitar algún servicio técnico, oficial o no.
Allá arriba podemos ver un ejemplo del etiquetado que aplicará Francia a principios del próximo 2021. Pero todavía es necesario implementar muchas otras regulaciones y lineamientos complementarios para que entre en total rigor el derecho a reparar.
Pero el primer paso, el más importante, ya se ha dado.
☞ El artículo completo original de York Perry lo puedes ver aquí
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