¿Puede la Inteligencia Artificial crear arte?
Esta pregunta puede ser motivo de miles de debates, donde la Inteligencia Artificial y el alma humana podrían luchar durante horas para llegar a una respuesta «correcta», en caso de que dicha respuesta exista.
En el pasado ya hemos visto sistemas de Inteligencia Artificial que crean música, y hoy vamos a tratar el tema de la pintura.
Los responsables por el proyecto AI_NORN han creado un robot que aprende a pintar, y nos lo presentan así:
Nuestra idea es la creación conjunta de pinturas por un robot y un humano, algo que une las posiciones de una confrontación de larga data sobre «solo un hombre puede ser un creador» y «la IA pronto superará a un humano en el arte». AI_NORN utiliza la tecnología para crear obras de arte en clásicos: lienzos, pinturas, pinceles. Sus obras de arte se relacionan con un nuevo movimiento artístico: el neuroimpresionismo.
El código creado «reflexiona» sobre el concepto de artista humano, lo compara con una biblioteca de conocimientos y dos manos robóticas transfieren el resultado al papel o al lienzo. Una plataforma-mesa robótica casera permite aumentar el área de trabajo estándar para un robot pequeño y crear imágenes de hasta 100×50 cm de tamaño.
El proyecto nace de dos «artistas de ciencia de datos» de Moscú, quienes empezaron el proyecto en 2019.
En Art-Supreme anunciaron la colaboración con el proyecto AI NORN, donde indican que es la primera vez en la historia del arte que el brazo robótico está pintando una obra de arte basada en la representación digital de otra obra de arte generada artificialmente.
Cómo el robot crea la pintura
Por un lado se genera una pintura digital creada con un algoritmo de transferencia de estilo neuronal, después se envía la información de dicha pintura a un brazo robótico que intenta transmitir esa imagen al lienzo.
Imagen original creada por el algoritmo
Imagen pintada por el brazo robótico
El brazo robótico también ejecuta un algoritmo de red neuronal que está entrenado para usar el pincel con el fin de minimizar la diferencia entre la imagen digital y la real que se está pintando.
Lógicamente, el robot todavía no tiene la capacidad y la libertad que tiene una mano humana. Por ejemplo, los ángulos de movimiento y la delicadeza de la presión son limitados en comparación con un artista experto.
Ellos afirman que queda mucho por hacer, pero creen que a medida que avanza la tecnología, el límite que separa al hombre de la máquina se volverá cada vez más delgado.
Creemos que el arte de la IA es la próxima gran novedad y nos alegra que esté aquí con nosotros para obtener su conocimiento de la creatividad y la inteligencia.
Podéis conocer mejor el proyecto en ainorn.art
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☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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