En 2018, SelEGGt saltó a la palestra por una curiosa iniciativa que busca evitar el sacrificio de los polluelos. Consistía en averiguar el sexo de las aves para determinar su futuro.
El caso es el siguiente: hasta seis millones de pollos son sacrificados debido a que no son útiles para el mercado. Las gallinas pueden dar huevos, pero se necesitan menos los machos.
Criar a un macho puede ser lento y costoso, por la alimentación. Por lo tanto, terminan muertos, muchas veces de las maneras más brutales. Sus restos son utilizados para alimento de reptil.
SelEGGt, que tiene base en Alemania, creó una forma de ahorrar estos sacrificios.
El método para determinar el sexo de los polluelos
Podían determinar el sexo de un polluelo solo nueve días después de que un óvulo hubiese sido fertilizado. Si era macho, lo venderían como huevo en el mercado, el llamado RespEGGt. Pero si era hembra, nacería sin problemas.
“Si se puede determinar el sexo de un huevo de incubación, se puede prescindir por completo del sacrificio de polluelos vivos”, señaló Ludger Breloh, de la compañía SelEGGt.
“No se trata de ganar o perder. Todos tenemos el mismo objetivo, que es poner fin al sacrificio de polluelos en la cadena de suministro”, recalcó.
Para determinar el sexo del polluelo utilizaban un método creado por la profesora Almuth Einspanier, de la Universidad de Leipzig.
Desarrollaron un marcador químico, similar a una prueba de embarazo, que detectaba una hormona presente en grandes cantidades en los óvulos femeninos. Al mezclarse con el líquido de los huevos fertilizados a los nueve días, el marcador cambia de color.
Es azul para los machos y blanco para las hembras, con una tasa de precisión del 98.5%, según la empresa.
Con un rayo láser, en un huevo se hacía un orificio y se colocaba el líquido. Allí se determinaba el sexo.
En Alemania, Holanda y Francia, para marzo de 2020, más de un millón de huevos RespEGGt eran vendidos en más de 6 mil supermercados.
Para mayor información acerca del proceso de selección de los huevos de SelEGGt, puedes consultar en el siguiente link.
☞ El artículo completo original de Kiko Perozo lo puedes ver aquí
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