No-Code, la tendencia digital que apuesta por proporcionar herramientas de desarrollo de aplicaciones sin depender de nociones de programación, ha tomado un gran impulso en los últimos años.
Para ejemplificar el poder de esta modalidad de creación, un desarrollador presentó un clon de Twitter construido bajo este mecanismo.
El No-Code propone poner a disposición de desarrolladores que no son necesariamente programadores, la posibilidad de construir aplicaciones desde cero sin tocar siquiera una línea de código.
Viendo esto con distancia, puede parecer un recurso limitado a la creación de aplicaciones básicas, pero la práctica nos demuestra lo contrario. Un claro ejemplo es la aplicación comentada, Not Real Twitter.
Como su nombre señala, no se trata del Twitter real, pero sí es una copia fidedigna, realmente muy cercana, a la red social original, tanto en diseño como en funcionalidades.
Para usar esta red social, es posible generar un perfil de manera automática o bien, registrándose por la vía tradicional.
Dentro de esta plataforma, pocas diferencias pueden notarse con la original. Las cuentas de usuario siguen la misma estructura, al igual que la sección de inicio o el buzón de mensajes directos. La aplicación es totalmente funcional y de cierta forma, nos transmite la ilusión de ser el Twitter de un mundo paralelo.
Un futuro es prometedor para el No-Code
Hace seis años, vio la luz la primera versión de este clon, que aún puede revisarse siguiendo este enlace. Desde entonces, bastante ha cambiado y de la mano de Bubble, herramienta utilizada para crear esta aplicación, se demostró qué tan lejos puede llegarse con un proyecto de esta clase.
En una reciente entrada de blog, los responsables de este proyecto comentaron su visión acerca del potencial del No-Code. Ahí indicaron que para emprendimientos digitales que recién surgen, de la mano de estas herramientas se ha consolidado un buen aliado para acceder a recursos complejos, pero de uso común.
Tomando como ejemplo una aplicación que emule la dinámica de Airbnb, se ilustra que de la mano de los recursos No-Code ya disponibles, es posible armar un catálogo de inmuebles, acompañado de un sistema de registro de usuarios, reservas y pagos integrados mediante procesadores externos. Si bien, “tras bambalinas” la aplicación requiere de una porción compleja de código, al tratarse de recursos comunes, se pueden obtener por esta vía como módulos fácilmente añadibles.
Aunque las posibilidades son bastante generosas, tampoco son infinitas. Cuando un proyecto crece naturalmente por su actividad, hay problemas más difíciles de atacar con esta clase de recursos, como la integración de algoritmos de aprendizaje automático para la personalización del contenido o la optimización técnica requerida para atender un gran volumen de solicitudes simultáneas, como ocurre en el caso del Twitter real, por ejemplo.
Proyectándose hacia los años venideros, el equipo de AirDev, creadores de Not Real Twitter, comentaron que “la mayoría de las aplicaciones de software se construirán mediante No-Code, mientras que las aplicaciones más complejas continuarán construyéndose con código”, apoyándose en su diagnóstico de los problemas “fáciles” y “difíciles” de atacar.
Este nuevo concepto de desarrollo de aplicaciones, a pesar de no ser una solución universal, ha abierto una nueva puerta de entrada para materializar proyectos digitales.
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