La tecnología robótica ha trascendido el mundo de la ciencia ficción para entrar en la realidad de la música tradicional coreana. En un reciente concierto en el Teatro Nacional de Seúl, la audie ncia pudo disfrutar del debut de EveR 6, el primer robot director de orquesta de Corea del Sur.
Un logro de la robótica coreana
Desarrollado por el Instituto de Tecnología de Producción de Corea, EveR 6 representa la sexta iteración de la serie de androides «EveR», iniciada en 2006. Este androide cuenta con 30 sensores incorporados en su estructura corporal que le permiten aprender y replicar los movimientos de un director humano real.
Debut de EveR 6
El debut de EveR 6 tuvo lugar durante un concierto de la Orquesta de Música Tradicional Coreana, un evento que atrajo a más de 1,200 espectadores y generó un considerable interés de los medios de comunicación. El robot director de orquesta se encargó de dirigir dos canciones con ritmos fuertes y rápidos, destacando así su excepcional precisión rítmica.
En una segunda parte del concierto, EveR 6 compartió el escenario con un director humano. La contrastante dinámica entre la expresividad del director humano y la consistencia metódica de EveR 6 ofreció al público una perspectiva única sobre la fusión de la tecnología y las artes.
La respuesta del público fue en general muy positiva. Los niños se mostraron impresionados por los movimientos naturales del robot, mientras que los educadores veían en esta innovación un vistazo al futuro de las representaciones artísticas.
Reflexiones de los creadores
El equipo de desarrollo de EveR 6 expresó su satisfacción y alivio por el éxito de la actuación, remarcando que incluso se habían preparado para posibles fallos técnicos. Este evento marcó un hito en su aspiración de expandir la capacidad de los robots más allá de las tareas de servicio para abarcar también el ámbito de la cultura y las artes.
Para los miembros de la orquesta, trabajar con EveR 6 representó un desafío y una valiosa experiencia de aprendizaje. Según ellos, la precisión del robot les obligó a esforzarse más para seguir su ritmo.
El debut de EveR 6 ilustra cómo la tecnología puede interactuar y enriquecer las artes. Aunque todavía hay mucho camino por recorrer,este evento sugiere que el futuro de la música podría estar en la intersección de lo humano y lo artificial, de lo emocional y lo preciso. Podríamos ver más experimentos de este tipo en el futuro, transformando la forma en que percibimos y experimentamos el arte.
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☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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