Algo está pasando con los huevos norteamericanos. Algo trivial, sin importancia, pero (a la vez) algo bastante inquietante: se rompen más. Lo explicaba Katie Notopoulos en Business Insider: "durante los últimos meses y cada vez más a menudo, cuando rompo un huevo hay pequeños trozos de cáscara que acaban en el plato o en la sartén".
No hace falta decir que Notopoulos lleva décadas rompiendo huevos y solo en los últimos meses se estaba encontrando insistentemente con este problema. De hecho, no está sola. Basta con hacer un pequeño recorrido por las redes sociales de EEUU para ver a gente señalando el problema.
Esto último tranquilizó a Notopoulos, pero le hizo preguntarse "¿Qué estaba pasando?"
"La biología, amiga". Estaba pasando la biología. Al menos esa es la opinión de Sheila Purdum, profesora de nutrición avícola en la Universidad de Nebraska-Lincoln. Según Purdum, la alimentación puede tener algo que ver (peor nutrición > cáscaras más delgadas > más trozos), pero el factor calve debe de ser otro: la gripe aviar.
No han sido buenos años para ser una gallina estadounidense. Desde febrero de 2022, el virus ha afectado a casi 58 millones de aves, según el Departamento de Agricultura. Eso ha tenido consecuencias para la cabaña aviar: más de 58 millones de aves muertas. Según el New York Times, el suministro nacional de huevos se ha ido reduciendo en torno a un 7,5% de media cada mes desde entonces.
Gallinas viejas. Eso, siempre según a Purdum, ha obligado a los ganaderos a tener que mantener en producción a gallinas que, en otras circunstancias, habrían sido sacrificadas. Al fin y al cabo, se calcula que cuando una gallina supera los 72 meses deja de ser costo-efectivo mantenerla en producción.
De media, las gallinas de EEUU tienen una vida productiva entre los cinco meses y los dos años. Eso cambia en los últimos meses y, al tener más gallinas viejas en la ecuación, la calidad de los huevos se habría desplomado.
Y el precio ha subido. Es verdad que no se puede vincular directamente la enorme subida del precio de los huevos en todo el mundo occidental a los brotes de gripe aviar, pero desde luego no ha ayudado. Para que nos hagamos una idea, la docenas de huevos pasó de costar 1,93 dólares en enero de 2022 a 4,25 en diciembre.
En España, ha pasado exactamente igual. La docena llegó a subir un 40% den muchos supermercados y, según el INE, entre 2022 y 2023 se ha producido "el mayor aumento [de precios] de los últimos 20 años". Los motivos que recurrentemente se ha puesto encima de la mesa han sido el calor (que ha disminuido la producción) y el incremento de los costos (que la han encarecido).
¿Y no tiene nada que ver la gripe, entonces? En Europa el impacto de la gripe aviar ha sido menor (unos 13 millones para una población de 350) y la cabaña aviar era un poco más joven. Pero, claro, desde que empezó la guerra de Ucrania europeos y norteamericanos hemos vivido en dos mundos distintos: España ha tenido problemas de calor y Europa ha sufrido problemas energéticos, pero en EEUU la situación ha permanecido al margen de los peores efectos.
Tiene todo el sentido del mundo que, en la medida en que la gripe aviar ha hecho estragos en el país, se haya notado en los huevos. Es quizás el mejor ejemplo de cómo no se puede bajar el nivel de exigencia con las enfermedades del mundo contemporáneo. El mejor ejemplo de que en este juego nunca seremos cascarón de huevo.
Imagen | Jakub Kapusnak
En Xataka | El peor brote de gripe aviar de la historia de España
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La noticia Los huevos de Estados Unidos se están rompiendo más de lo normal. Hay una explicación: la gripe aviar fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .
☞ El artículo completo original de Javier Jiménez lo puedes ver aquí
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