Esta misma semana veíamos en Genbeta que en Japón la jornada laboral de cuatro días no está cuajando en absoluto, a pesar de ser una iniciativa incluso respaldada por el Ministerio de trabajo, por la cultura laboral del país y los propios profesionales. En general, a la gente le cuesta ir menos horas a trabajar de las conocidas y maratonianas jornadas del país, por lo que puedan opinar sus compañeros, empresas y jefes.
Y, al mismo tiempo, a mucha gente se le hace complicado presentar su renuncia, dejar su trabajo por la estructura jerárquica que caracteriza las relaciones laborales entre empleados y jefes. Según la historia recogida por CNN puede suceder que un jefe rompa una cartas de renuncia y acose a los empleados para obligarlos a quedarse.
Al mismo tiempo, analizábamos cómo muchos trabajadores jóvenes están experimentando una crisis existencial, impulsada por la pandemia, los despidos y la agitación socioeconómica, que los ha envalentonado para priorizar su salud mental, de acuerdo con las declaraciones de un experto.
La Generación Z cuestiona lo que se ha hecho siempre
En un país donde tradicionalmente los empleados obedecen y pueden aguantar en la misma empresa toda su vida o muchísimos años, los adultos jóvenes no siempre quieren aceptar esto. Al mismo tiempo, Hiroshi Ono, profesor de recursos humanos en la Escuela de Negocios de la Universidad Hitotsubashi en Tokio, dice que también son más propensos a evitar la confrontación y por eso a veces recurren a agencias que gestionen su dimisión de las empresas.
Con todo esto, viendo que la Generación Z en Europa ha venido a poner en jaque dinámicas tradicionales en empresas y que en países como China la juventud no es ajena al mundo y también se ha hartado de las largas jornadas laborales tradicionales del país, hoy veremos, con estudios e investigaciones cómo la gente joven japonesa también puede poner patas arriba el sistema labora del país.
Según el experto en Recursos Humanos: Las empresas tienen dificultades para atraer y retener el talento, ya que cada vez menos jóvenes aspiran a un empleo de por vida y valoran más la flexibilidad. Para seguir siendo competitivas, las empresas japonesas deben cuestionar sus dinámicas y adoptar un enfoque más integrador y adaptable de la gestión de los recursos humanos.
Qué ha traído este cambio en las dinámicas
Una encuesta de 2024 reveló que solo el 21% de los jóvenes quiere trabajar para la misma empresa hasta la jubilación, frente al 35% que decía esto en 2014. Ono ha analizado que, como en el resto del mundo, los trabajadores quieren más flexibilidad de tiempo y lugar (teletrabajo), sobre todo después de COVID-19.
Hay más extranjeros que nunca en la población activa de Japón, que traen consigo normas laborales, valores y expectativas diferentes que pueden no ser compatibles con el perfil tradicional.
El cambio tecnológico también se está acelerando. En la típica empresa japonesa, los recién licenciados entran en la organización desde abajo, y son formados y van ascendiendo. Pero el cambio tecnológico avanza deprisa y las empresas deben contratar personal externo para seguir siendo competitivas.
Relaciones jerárquicas
Aunque las generaciones anteriores están acostumbradas a hacer horas extra y trabajar hasta altas horas de la noche por el bien de su empresa y lo ven como algo obvio, la generación más joven valora más su tiempo privado. Incluso se puede ver en medios locales cómo dicen de la juventud que tienen la "piel fina".
La Cámara de Comercio e Industria de Tokio realizó una encuesta en marzo y una de las conclusiones es que el 37,5% de los formadores de recursos humanos de las empresas encuestadas afirmó que los trabajadores jóvenes «tienen la piel fina» y afirman no entender sus valores y puntos de vista sobre el trabajo.
Desde la Consultora Japan Intercultural recuerdan que para la juventud, el trabajo es sólo un aspecto de la «vida» y no el centro de la vida, como lo ha sido para las generaciones anteriores en Japón. "La Generación Z desea mejorar su propia felicidad a través de la superación personal, las aficiones y la familia" y animan a las empresas a adaptarse.
La consultora también ha descubierto que, como pasa en todo el munodo, la juventud de Japón valora "la seguridad psicológica" y lo define como que las personas puedan expresarse sin preocuparse por las reacciones negativas de los demás. En la práctica, "las normas jerárquicas japonesas hacen que los jóvenes sientan que tienen que permanecer callados si los mayores están presentes".
Las empresas no se adaptan
A pesar de estos cambios, dice Hiroshi Ono que algunas empresas siguen aferrándose al modelo del trabajador ideal y es que "las normas sociales no cambian de la noche a la mañana. Las empresas japonesas y la cultura japonesa en general no son conocidas por su flexibilidad". Y lo que ve es que las empresas están esperando a que la gente se conforme en vez de abrazar las diferencias.
"En lugar de que los empresarios se adapten a una mano de obra cada vez más diversificada, muchos siguen esperando que los trabajadores se adapten a ellos".
El experto considera que las empresas que sigan esperando al trabajador ideal no serán competitivas. A medida que la mano de obra japonesa se globaliza y diversifica, perpetuar normas anticuadas no aumenta el atractivo del país para el resto del mundo.
En Genbeta | Esta web es una mina para buscar teletrabajo en España: agrupa a más de 200 empresas que buscan a teletrabajadores
Imagen | Foto de Redd F en Unsplash
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La noticia La Generación Z en Japón pone patas arriba la cultura laboral de trabajar mucho en el país y sus jerarquías: así está cambiando fue publicada originalmente en Genbeta por Bárbara Bécares .
☞ El artículo completo original de Bárbara Bécares lo puedes ver aquí
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