¿Por qué no es uso justo?
En términos simples, el tribunal dijo que el Internet Archive no transformó las obras de ninguna manera significativa. Si el contenido digitalizado no ofrece crítica, comentario o información nueva sobre los originales, entonces no es considerado transformador. La jueza Beth Robinson fue clara al señalar que los e-books del Archive sirven exactamente para lo mismo que los originales: hacer que las obras de los autores estén disponibles para ser leídas. Algo así como vender helados y decir que lo haces para mantener a la gente hidratada.
En WWWhatsnew.com, sabemos que esta no es la primera vez que el Internet Archive enfrenta desafíos legales. Su misión de preservar contenido digital ha sido siempre controvertida, especialmente cuando se trata de obras protegidas por derechos de autor. Esta vez, los editores argumentaron que la digitalización y distribución de libros perjudica su derecho exclusivo a hacer trabajos derivados y, por tanto, daña el mercado.
¿Realmente afecta al mercado?
Aquí es donde se pone interesante. El tribunal no solo se centró en si el uso era transformador. También consideró si el Archive estaba afectando el mercado de los editores. Y sí, aunque el Archive defendió que los editores seguían teniendo ganancias considerables, el tribunal no estuvo de acuerdo con su análisis del mercado.
Piensa en esto: si puedes obtener el mismo libro de forma gratuita en línea, ¿por qué pagarías por él? La jueza Robinson escribió que, aunque los editores no demostraron daños concretos al mercado, no se necesita un estudio de doctorado para deducir que ofrecer libros digitalizados de forma gratuita podría perjudicar las ventas de e-books.
Para muchos, esto sienta un precedente preocupante. Si bien el fallo no afecta directamente a todas las bibliotecas digitales, podría tener un impacto disuasorio sobre iniciativas similares. En WWWhatsnew.com, hemos seguido otras historias sobre bibliotecas y proyectos digitales que enfrentan problemas legales al intentar preservar y democratizar el acceso al conocimiento. ¿Será este el final del camino para el Internet Archive? Probablemente no. Ya han indicado que seguirán luchando por lo que consideran los derechos de las bibliotecas de poseer, prestar y preservar libros.
¿Dónde queda el balance?
Yo creo que es una situación complicada. Por un lado, los derechos de los autores y editores son importantes. Ellos merecen ser compensados por su trabajo. Pero por otro lado, el acceso al conocimiento también debería ser un derecho. ¿Es justo que solo los que pueden pagar tengan acceso a ciertos libros? ¿Qué pasa con los estudiantes o investigadores que dependen de este tipo de recursos para su educación o trabajo?
En mi opinión, encontrar un equilibrio es clave. Quizás haya una forma en que los modelos de préstamos digitales puedan coexistir con los intereses comerciales de los editores. Imaginemos una plataforma donde las bibliotecas puedan pagar una tarifa justa por los derechos de préstamo de libros digitales, beneficiando a ambos lados.
En fin, el debate sigue abierto, y en WWWhatsnew.com estaremos atentos a cada paso de esta historia, porque creemos firmemente que la tecnología y el conocimiento deberían estar al alcance de todos, de manera justa y ética.
☞ El artículo completo original de Juan Diego Polo lo puedes ver aquí
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