El pasado viernes llegaba una noticia bomba al mundo de la tecnología: Qualcomm está barajando comprar Intel. La filtración que llegaba a The Wall Street Journal convertía en realidad algo que parecía imposible. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Tres años terribles. Es una buena pregunta, y ciertamente nadie hubiera dicho que algo así fuera factible hace unos pocos años. En septiembre de 2021, por ejemplo, Intel tenía una capitalización de mercado de unos 220.000 millones de dólares. Ya entonces las cosas no pintaban bien, y eso que lo peor de la pandemia parecía haber quedado atrás.
Qualcomm, a por Intel. Los datos aparecidos sobre esa potencial operación de adquisición son desde luego sorprendentes, pero una cosa es cierta: hoy por hoy Qualcomm tiene una capitalización bursátil que es el doble de la Intel. El músculo financiero está ahí, aunque la compra parece tan gigantesca como complicada. Financieramente Qualcomm debería tener un sólido respaldo y debería ganarse tanto el apoyo de sus inversores como el de los de Intel.
Reguladores y competencia. Pero además hay otro obstáculo gigantesco a la vista. Se trata del escrutinio regulatorio. Los reguladores podrían decidir —con razón— que tal operación reduciría la competencia. Es cierto que estas dos empresas no compiten directamente: Qualcomm se orienta esencialmente a dispositivos móviles (aunque eso está cambiando), mientras que el negocio de Intel está en PCs, portátiles y servidores. Sin embargo, la operación probablement etendría un impacto enorme en la industria y consecuencias difíciles de anticipar.
Imagen | Intel
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La noticia Que Qualcomm acabe comprando a Intel parece casi imposible: la pregunta es cómo hemos llegado hasta aquí fue publicada originalmente en Xataka por Javier Pastor .
☞ El artículo completo original de Javier Pastor lo puedes ver aquí
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