Ya teníamos una fecha: el 5 de julio de 2025. Ya teníamos un origen: el manga de Ryo Tatsuki, «El futuro que vi», que muchos interpretaron erróneamente como una predicción detallada de un megatsunami. Y ya teníamos un artículo desmontando todo eso. Pero internet, como buen alquimista del miedo, no se conforma con un solo hilo. Necesita tejer más. Y así fue como aparecieron en escena Kunio Yasue y Mor Plai, dos nuevos nombres que se han subido al vagón de la profecía viral para la misma fecha. Mismo destino final, distinta ruta mística.
La segunda protagonista es Mor Plai, una vidente tailandesa con cierto reconocimiento en Asia por sus visiones pasadas. En 2023, vaticinó un terremoto en Myanmar que efectivamente ocurrió (aunque como os expliqué aquí, no es demasiado difícil acertar), lo que le dio impulso para futuras revelaciones. Entre ellas, una advertencia sobre una erupción volcánica submarina cerca de Japón en 2025, seguida de tsunamis. No da fecha exacta, pero menciona julio o agosto. Suficiente para que internet encaje su aviso en el 5 de julio, como si las catástrofes siguieran calendario. A diferencia de Yasue, Plai matiza que el futuro puede cambiar si las personas se preparan. Es decir, si no pasa nada, también tenía razón. Blanco o negro, ella siempre acierta.
Y así llegamos a la combinación perfecta: un manga profético, un físico iluminado y una vidente con seguidores. Todo confluyendo en una misma jornada de verano. El canal «Diva Misteria» en YouTube supo ver el filón y lo empaquetó en un vídeo con aire de documental revelador: «Dos profecías, un mismo día». Resultado: cientos de miles de visualizaciones, miles de comentarios, y una fecha que se convierte, día a día, en un meme existencial. En TikTok la conversación se disparó con teorías, clips editados con música inquietante y hasta cuentas que hacen cuenta atrás para el día fatídico. Hay quien ha cancelado viajes a Japón. Otros planean celebraciones preapocalípticas. Algunos, los más sensatos, están simplemente preparando las palomitas. Parece que este año Julio trae profecías.
Lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica de que algo vaya a ocurrir el 5 de julio de 2025. Ninguna agencia espacial ha alertado de meteoritos peligrosos. Ningún instituto sismológico puede predecir con día exacto un terremoto o una erupción. Y la propia Tatsuki nunca habló de esa fecha como final del mundo, ni describió olas de 30 metros engullendo Japón. Fue un sueño personal que otros se encargaron de convertir en apocalipsis ilustrado. Lo mismo está ocurriendo ahora con Yasue y Plai: predicciones vagas, frases reinterpretables, y una audiencia dispuesta a creer cualquier cosa si viene envuelta en misterio oriental y catástrofe.
Pero si algo hemos aprendido de las anteriores fechas apocalípticas es que siempre dejan algo: memes, artículos, decepciones y, con suerte, algo de pensamiento crítico. Así que cuando llegue el 5 de julio, si todo sigue igual, recordemos que el silencio también es una respuesta. Y si pasa algo, ya saldrá alguien diciendo que Plai lo vio en sueños, que Yasue lo calculó en secreto y que Tatsuki lo dibujó con códigos ocultos. Porque lo importante nunca es acertar. Lo importante es que parezca que acertaste.
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