4 de junio de 2025

Paradromics da un gran paso con su implante cerebral para restaurar la comunicación

Qué es el implante Connexus y para qué sirve

Connexus es un pequeño dispositivo del tamaño de una moneda de diez centavos que contiene 420 microagujas o electrodos. Estos se insertan en el tejido cerebral para captar señales eléctricas de las neuronas individuales. Su propósito principal es traducir estas señales en información comprensible por ordenadores, como texto, habla sintetizada o control de cursores, permitiendo a personas con movilidad reducida o sin habla comunicarse de nuevo.

La tecnología de Paradromics se enfoca en ayudar a pacientes con lesiones de la médula espinal, ictus o esclerosis lateral amiotrófica (ELA). A diferencia de otros dispositivos más antiguos como el «Utah Array», Connexus está diseñado para ser menos invasivo y más duradero.

Una prueba breve pero significativa

La prueba se realizó el 14 de mayo en la Universidad de Michigan, durante una cirugía programada por epilepsia. Con el consentimiento del paciente, los cirujanos aprovecharon la apertura del cráneo para insertar temporalmente el implante en el lóbulo temporal, responsable del procesamiento auditivo y la memoria. Durante esos diez minutos, los investigadores pudieron comprobar que el dispositivo era capaz de registrar señales neuronales.

Este tipo de ensayo se considera de bajo riesgo porque el área del cerebro involucrada ya iba a ser extirpada como parte del tratamiento de la epilepsia. Es un contexto perfecto para una «prueba en vivo» sin poner en peligro innecesariamente al paciente.

Por qué importa la cercanía a las neuronas

Uno de los principales retos de las BCI es obtener señales de alta calidad. Cuanto más cerca está el electrodo de una neurona, mejor se pueden captar los impulsos eléctricos que contienen la «intención» del cerebro. Imagina tratar de entender una conversación: no es lo mismo escuchar desde la puerta que estar justo al lado del interlocutor.

Otros dispositivos, como el de Precision Neuroscience o el de Synchron, se ubican sobre la superficie del cerebro o en vasos sanguíneos cercanos. Estos métodos son menos invasivos, pero también recogen señales de manera más difusa. Paradromics apuesta por una estrategia que balancea la precisión con la seguridad quirúrgica.

El camino hacia ensayos clínicos a largo plazo

El ensayo realizado fue un «ensayo general» para validar los procedimientos médicos y asegurar que el dispositivo funciona correctamente y puede ser retirado sin daño. El siguiente paso para Paradromics es iniciar ensayos clínicos en personas con parálisis, donde el implante se mantendrá en el cerebro por periodos prolongados.

Este proceso no es sencillo. Requiere aprobaciones regulatorias, protocolos éticos estrictos y mucha validación técnica. El objetivo es que el dispositivo no solo funcione bien el primer día, sino que sea confiable por años, sin deterioro ni riesgos para el paciente.

Comparaciones inevitables: Neuralink y otros competidores

El sector de las BCI está creciendo rápidamente. Empresas como Neuralink, de Elon Musk, también están desarrollando dispositivos con miles de electrodos distribuidos en hilos flexibles. Aunque Neuralink ha recibido gran atención mediática, empresas como Paradromics están avanzando a un ritmo igual de significativo, aunque con menor ruido público.

La ventaja de Connexus está en su densidad de electrodos y en su enfoque centrado en restaurar la comunicación de personas con discapacidad. Según su CEO, Matt Angle, en el futuro se podría incluso evaluar la implantación de varios dispositivos Connexus en un mismo paciente, ampliando aún más la capacidad de recolección de datos neuronales.

Qué puede lograr esta tecnología

Aunque estos dispositivos no «leen la mente» en el sentido popular, pueden identificar patrones neuronales vinculados a movimientos o intenciones. Por ejemplo, una persona que intenta hablar, aunque no pueda mover la boca, genera señales específicas que pueden traducirse en palabras. En 2023, investigaciones de Stanford y la Universidad de California ya lograron traducir estos patrones a un ritmo de hasta 78 palabras por minuto.

Paradromics busca alcanzar o superar esas cifras, permitiendo que personas con parálisis se comuniquen casi tan rápido como quienes pueden hablar. Es como ofrecer una «voz digital» a quienes la han perdido, devolviéndoles una parte esencial de su autonomía.

Este tipo de avances marca un cambio importante en la medicina neurológica. Dispositivos como Connexus podrían ser tan comunes en unas décadas como hoy lo son los marcapasos o los implantes cocleares. Todavía queda mucho por investigar, pero los pasos dados por Paradromics abren la puerta a un futuro en el que la tecnología y el cerebro trabajen juntos para restaurar funciones perdidas.




☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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